Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de diciembre, 2017
Danzando en el cielo  Expectativa Cero

Sobre la navidad

Feliz navidad... Feliz nacimiento. Nacimiento... la mentira de nacer. Nacer... dar a luz. Creemos que nacemos una sola vez en la vida, que lo demás es tan solo vivir, hasta morir. Y no es verdad. Al menos para mi, aclaro. Nacer, nacemos a cada inhalación, a cada decisión, a cada elección. En cada momento que elijo tomar consciencia de mi vida. En ese momento de "tomar consciencia" tomo luz. En mis peores días, lejanos o cercanos, he nacido al momento de poder despertar de esos trances destructivos, nocivos, viciosos y desvalorizadores. Allí he dado a luz, allí he elegido nacer. Pongo al nacimiento como el acto de ser parido como "la mentira" ya que allí se pone la carga del acto de consciencia y luego tan solo el subsistir, el transitar la vida hasta que esta termine, hasta el morir. Que extrañeza que no exista un "morimiento" en el vocabulario, el cual sería la mentira de morir, porque no morimos, tan solo se cumple un ciclo. Todo esto proviene
Haciendo para su libertad  Expectativa Cero

Vacío

En el último escrito escribí: "El vacío es la carencia del todo y ello no es posible. Tan solo es que lo creemos tan fervientemente que negamos al todo, aceptando al vacío como única posibilidad para continuar." Es por ello que hoy quiero darle un espacio a ese vacío. A esa ilusión, ilusión como todo lo demás. Qué es el vacío, como nombrarlo sin afectarlo. Como poder hablar de un suceso inexistente. El vacío no existe, es algo que necesitamos nosotros para darnos cierta contención y concepto. Como nombrarlo si al hacerlo, deja de existir. Como medirlo, si al querer hacerlo ya le dimos una variable. Tenemos esta necesidad de darle entidad, de darle cierto marco de referencia porque al hacerlo nos sentimos seguros. El nombre no nombra, sino que da seguridad a quien lo nombra. Darle estructura a todo para podernos sentir que no estamos estructurados. Dentro nuestro es lo mismo, le damos ese nombre para no permitirle que surge el verdadero nombre. Al
Sonrisa compartida - entre la luna y el avión -    Expectativa Cero

Dolor -Parte II-

La idea de particionar al dolor es con el cometido de hacer procesos desde diversas perspectivas de un suceso que nos interpele a todos. Es decir que las partes tan solo son lo son respecto de un dolor que sucede. Creemos que el dolor es aquello que nos "mata" y en verdad nos da vida. Nos muestra que estamos vivos. Por el innegable hecho de que lo sentimos, porque dejamos de negar el vacío. Nos han enseñado que la mejor forma de solucionar algo es regándolo, tapándolo o justificándose; y en este caso para solucionar el dolor, se busca en el afuera algo para descargar, para focalizar para escapar para negar lo que me sucede. Viene y se instala, presiona el pecho y con el llegan todas los sucesos que vienen asemejados al que me está sucediendo. Por ejemplo, mi dolor a no sentirme querido por un otro dispara el dolor primigenio, es decir el dolor desde donde comenzó y todos los dolores subsiguientes, de la misma categoría aclaro. Aquí, mi dolor muestra que tenía un
Allí, Titi Caca  Expectativa Cero

Dolor -Parte I-

El dolor no está bien visto, al dolor lo tenemos mal catalogado. Lo vinculamos con algo negativo y hoy, creo y siento es honesto comentar las virtudes del dolor, darle ese galardón que pocos sabemos darle. El dolor es aquel estado que te recuerda que estás vivo. Te conecta con la vida misma, aunque sea desde un lugar al que no queremos ir, ni ver. El dolor despierta tus sentidos, abre tus ojos, acalla tu boca. El dolor ayuda a que tu corazón lata y brote lo negado por todo tu cuerpo. Y porque, se podrían preguntar, que esto es algo positivo y bueno?. Y tan solo podría decirles que poder sanar lo negado siempre es bueno, es bello, es liberador. Afrontar el dolor interno, quitando excusas y justificativos en el afuera hace que uno pierda. Pierde toda posibilidad de escape, de esquive y de negación. El dolor está aquí, presente, frente a mi. Tan frente que está en mis propios ojos, piel y saliva que trago y raspa por mi garganta. El dolor me permite bajar hasta mi cueva más prof