En mi esta la lucha interna, del bien y del mal. En todo cuanto enfrento se visualisa esa dualidad interna. Existe el refrenar de mi acote hiriente y también palpita aquella maldad que me dice que se merece que lo diga, solo por el descargarme. Siempre han existido estas disputas. Siempre han existido estos debates, internos. Y a veces se han visto estos mismos debates expresados en el exterior. Lo que yo ya se es que estos debates son sin sentido. Mi sentido, mi decisión, determinación y elección ya esta tomada. Desde hace un tiempo, tome la primer elección que fue la que determinó mi lugar o bando. Sabiendo esto, sabiendo que ya se lo que quiero y lo que soy; sabiendo esto solo respondo a esta batalla con una simple mueca. Una mueca de entereza. Una mueca de calma. Una mueca de liviandad. Una mueca es mi firma. Una mueca, no mas. Matías Hugo Figliola