Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de septiembre 9, 2011

Como un niño

Costeando la calle, desde la vereda, por el cordón estuve viendo en el rió de la avenida tantos y tantos seres apurados por llegar, apurados por tener y hasta apurados por terminar. En todos ellos pude ver caras de preocupación, de focalización en otro tema, de tensión y de stress, de angustia, de dolor, de tantas cosas más. Que imagen, si que me asustó. Hasta que llego y paso delante de mí, por la calle, un camión con un espejo en su costado; y pude verme. Me vi y me asuste, me asuste mas que ver a los demás. Tenía cara de preocupación, de tensión, de stress, de angustia, de dolor, de pena y tristeza; de estar en otro tema que no sea el de caminar y sentir el aire en mi cuerpo y el sol nutriendo mis células. Quede quieto por unos minutos, en el borde del cordón. Sentí que era mi momento de estar en el ahora y vi que el cordón se transformo en una pequeña y fina soga. A sus lados, lava; lava por doquier. Centre mi mirar a mi propio andar. Revoleaba mis manos para darme equilib