Me preguntan si soy esto o aquello; si mi postura es esta o aquella. Si soy de estos o los otros. Me cuestionan por no tener un bando determinado. Yo solamente callo y por dentro pienso lo siguiente: "No pertenezco a ningún bando. No me siento de ningún lado de la linea. No formo ninguna fila. No pinto mi cara de ningún color. No grito en pos de unos, ni en contra de otros. No enarbolo banderas. No soy parte de aquí ni de allá; no estoy en la división, en ninguna de sus facetas. Es que elijo no ser parte de nada, porque para formar parte de algo es que dejo de ser yo. Elijo lo que me gusta, lo que me hace bien, lo que me representa. Y elijo lo que elijo cuando quiero elegirlo, no siempre. Me permito la libertad de ser libre y el sentido de los niños para ver y vivir la vida. No conformo ninguna parte, porque soy parte del todo. No conformo ninguna parte, porque soy el todo. Soy todas las facetas que hay en mi, todas las ideas, gustos y estilos. Es por ello que se