El hijo lloraba frente al padre, el cual estaba postrado en una cama. No le quedaban muchos minutos mas de vida. El hijo lloraba y se aferraba a la mano de su papa, el cual estaba despierto y lúcido. Esa lucidez que surje en los instantes anteriores al partir o morir, dependiendo de como uno conciba la vida. El hijo lloraba y solo repetía dos cosas. Una de ellas era "¿que voy a hacer sin vos papa?" y la segunda era "te amo, te amo, te amo" Cuando el padre supo que estaba por irse, o morir, mira dulcemente a su hijo y suavemente le hace un gesto para que se acerque. Y al tenerlo cerca, para que pudiera escuchar lo que iba a decir, suelta lo que tenía con su ultimo aliento. "hijo, lo que tienes dentro tuyo es parte mía; no vas a estar nunca solo. Y más allá de todo, haz el duelo y no te aferres. Suelta y recuérdame con amor. Y antes de partir te aviso algo, algo que acabo de recordar y que bien te serviría a ti en este momento también. El viaje recién com