Títere de sogas. Marioneta de mano ajena. Muñeco de arena, muñeco de plástico. Juguete de alguien más; le pertenezco a otro cuando no debería ser así. Estas ideas se cruzan cuando encuentro dentro mio consejos que van en opuesto deseo con lo que siento. Esto es lo que me doy cuenta que existe en mi, todavía. Ruidos y confusión. Gritos y humo. Desorientación para el simple manipular de otros. Y mi vida, que me pertenece, a veces pareciera que no me pertenece, ni que estoy vivo en ella. Esos momentos me sirven para poder frenar, para poder tomar aire; para inhalar existencia. Detenerme y poder observar. Serenarme y poder elegir. Decidir y luego accionar. "Las paredes construidas con mentiras se asemejan a las túnicas; parecen que ellas son la realidad, pero al correrlas uno observa el real color de las cosas." Con el propio hacer, dejo de ser muñeco, títere, marioneta o barrilete de un otro. Con mi propio hacer me puedo concebir como ser humano, el cual es el resp