Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de abril 30, 2013

Las dos posibilidades

Pensaba que todo había terminado, que el sol había muerto. Y con él, que yo había muerto. El sentimiento era real, era un dolor interno. Era un dolor de como si el corazón se me estuviese escurriendo por dentro de mi cuerpo. Cada pestanear era un posible no volver a abrir los ojos y pestaneaba seguido; solo lo hacía para ver si no se volvían a abrir. Todo lo que sucedía no tenía retorno. Todo lo que pasaba era el presente y lo que había pasado ya no existía ni aquí ni ahora. El corazón estaba roto, la sangre habia ocupado todo mi cuerpo. La noche había llegado a su apogeo. ¿Luego de eso que paso?, pues nada. Solo que la noche siguió su camino y se presento ante mis ojos un nuevo sol, un nuevo día. Y mi corazón no se había roto, ni mi sangre se había escurrido por todo mi cuerpo. Ni el fin del mundo ni la muerte me habían llegado. Tantos pestaneos solo me hicieron ver, como en un suceder de fotos, el amanecer. El amanecer que me estaba respondiendo a mi angustia con calor, con