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Mostrando las entradas de septiembre, 2018
Pidiendo su chai  Expectativa Cero

Como un niño

Creció el niño que fui, y se convirtió en mi. Nació limpio y puro, y llegué a ser pura dureza y dolor. Creció el niño que fui, sonriente entre juegos. Y los juegos fueron dejando de serlo en cuanto tuve que ser adulto. Creció el niño que fui, libre entre risas, besos y abrazos. Y la culpa, el rencor y el dolor fueron entristeciendo mi cara y corazón. Creció el niño que fui, y él ahora llora dentro mío. Lloro con él, y lo abrazo. Recompongo mi relación. Escucho lo que dice y presto atención; más sabe el niño de vida que de obligación. Elijo jugar con él, jugar conmigo; y en ese tiempo voy conectándome con mi mejor parte. De esos tiempos tuve la habilidad de crear fantasías y hacerlas realidades, por el tiempo que quería y luego las veía irse, precedidas por nuevas fantasías y realidades. El juego de un niño es el suspiro de un ángel. Dejo caer la culpa, que me hicieron tener y cargar. Dejo libre al rencor, al volver a sentir repetidamente en mi corazón
Otra perspectiva del río  Expectativa Cero

La semilla

Han pasado tantos años de estar aquí, que ya lo siento como mi hogar. Las texturas, los colores y aromas; las formas y yo, dentro de ellas, congeniamos a la perfección y acoplamos como un puzzle perfectamente armado. El frío del piso y la luz que entra, escasamente, por aquella ventana. El sonido vago de algo que no se que es, pero que ya adopto como propio. Es que en este lugar todo lo he aceptado como propio, por imposición y decreto. Como la cantidad de veces que llega la comida, y yá no existe en mi la necesidad de comer algo más que este arroz insulso y esta polenta casi rancia. Hasta a veces llega el sorpresivo acompañante de un pan, el cual está seco pero para mi es recién hecho. El aire entra de a poco a mis pulmones, los cuales ya saben que su capacidad es la de medio pulmón. El techo no tiene una lámpara para encender, y es mejor así ya que mis ojos se han acostumbrado. Sería doloroso tener mayor caudal de luz. Y con todo esto, mi cuerpo se nutre y transita la vida.