Hoy tomo el último retazo de este papel para escribir en él una última frase. Todo esto comenzó hace décadas atrás, con un papiro, un lápiz y yo. Este papel era para mi y para que haga con él lo que guste y lo que crea más conveniente. Al inicio, lo utilicé con diversos propósitos y de diversas formas; con él limpie mis mocos y sudor, realicé garabatos y dibujé lo mejor que pude animales y paisajes. Lo usé para realizar aviones y pelotas pequeñas de papel para atacar a lo que volaba. Todavía, en aquel entonces no era lúcido para comprender y por ello continué con mis dibujos a mayor escala y a realizar pistas por donde imaginariamente circulaban los autos de carrera. Cuando fui creciendo, pude comenzar a escribir en él ciertas oraciones con sentido. Claro está que el sentido de ellas era para descarga, demanda y quejas. Los "me deben", "necesito", "por que" y los "yo no merezco" se presentaban, al menos una vez, en todas las frases. Era co