Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de septiembre 29, 2013
Notas que marcan tu compás - Por fecha 08/09/2013 -  Matías Hugo Figliola

El próximo paso

Despierto y escucho cosas. Miro a mi derredor y estoy yo, con mis sabanas, mi cama y el piso. Despierto y escucho cosas, aun sin haber nada ni nadie. Despierto o continuo dormido, es una duda que se me presenta y no hay forma de saberlo. ¿Dormido en que, despierto en que?. ¿Dormido en donde, despierto en donde?. Los ruidos que escucho no provienen del afuera, es mi miedo; este miedo que tiene mis años mas todos los años de mis antepasados. Mi miedo que tiene mi conocer y el conocer de mis antepasados, es decir que en una competencia estoy perdido antes de empezar. Pero con el miedo no se compite, me digo como si no hubiese sido mi boca la que lo dijo, ni mi voz la que hubiese sonado. Uno no compite contra eso porque al hacerlo entra en su juego, ese es su modo de tenerme atrapado en su constante ciclo, en el cual quedaron atrapadas tantos miles de otros. Debo atravesar al miedo, seguir por sobre el como tan solo una mala realidad de pared, siendo tan solo una niebla de no-segu
Allí, detrás de aquellas rejas - Por fecha 06/09/2013 -  Matías Hugo Figliola

Hacia la india me dirijo

Leyendo algunos libros, interiorizandome de a poco en el viaje y en la tierra que voy a ir a conocer tuve el bello encuentro con este poema el cual movió fibras internas. Hacia esas tierras estoy yendo. Hacia nuevas aventuras y nuevas experiencias. Abriendo mis sentidos para captar todo, desde el interior al exterior. Estar dispuesto y disponible a la vida y a lo que transcurra en ella. Aquí, el poema: La india ¿Cómo es india? ayer me preguntaste y yo, que aún llevo su polvo en mis sandalias, y su luz, como un ascua, en la mirada, medité y no supe contestarte. India es agua sucia y sol brillante, polvo grisáceo entre el oro y la plata, un viejo en cuclillas trenzando sin pausa y una niña de mirada penetrarnte. Como una noria que gira incesante. Un beso ardiente a la persona amada y un cuerpo que, en la tarde, se hace llama, poemas de amor y muerte en un instante. Saris de colores deslumbrantes entre miseria de gente reposada. Gente sencill