Abro mis ojos y mi día es casi igual al día anterior; es decir que no han habido "cambios significativos" en mi vida. Tan solo han pasado unas horas, un día, una noche. Hoy, como ayer, busco como sentirme y elijo respecto de los datos almacenados y de las ideas ya predeterminadas en mi cabeza. Pero la cuestión cambió, o cambié yo en la cuestión. Hoy elijo como sentirme, no busco como sentirme. La diferencia, la única y real diferencia, es que yo elijo desde mi decisión y elección el como sentirme en vez de buscar, en mi recuerdo o mis ideas o mis acciones que devendrán en el día, como sentirme. Hoy puede que sea igual que ayer, y yo elijo sentirme feliz; aunque tenga que hacer las mismas cosas que ayer no me generaban ganas ni felicidad. Hoy elijo ver las cosas como yo las deseo ver y no como las he visto hasta ahora, porque me han dicho que hay que verlas de ese modo. Hoy elijo como sentirme, que conlleva al como hacer al como pensar y que en definitiva es como vivir.