Navego sobre un barco de papel, dentro del mar que son mis ideas. Mientras hago fuerzas por llegar a la orilla, las ideas me hunden mi idea. Ya no recuerdo que pensaba, más aún sigo remando. Y al llegar a la costa, ya mi mente no tiene brillo. Las ideas que no pienso, me han mojado mi luz. Mi luz, mi vela, mi lámpara, pero de a poco mejoro mi táctica. Dejo que las ideas ataquen a mi barco, que se pierdan en su fervor destructivo. Más mi idea no es el barco, ya no, mi idea soy yo, quien llego a puerto. Fruto de mi vida, en desarrollo para mi esencia. Llegar a despertar y florecer, en cuerpo, carne y consciencia. - Por fecha 27/03/2016 - Expectativa Cero