Todo comienzo es un fin. Todo fin es un comienzo. Todo es un ciclo eterno de una eternidad sin comienzo ni fin. Todo es un ciclo eterno de cambios constantes. - Tu me señalas el reloj diciéndome la hora; yo miro tu cara que denota la ausencia del tiempo presente en tus ojos. - Cuando mis manos se abren, no es porque sueltan algo ni porque hay resignación en mi. Mis manos se abren para poder sentir al aire, al viento, a la tierra, a la gente, a la naturaleza y a mi mismo; y en ello no existe resignación. Existe una re significación de mis posibilidades y de como nombrar a mis acciones, catalogadas de antaño y que ya no me representan. - Muchos dan palabra queriendo dar amor. Unos pocos dan amor sin decir palabras. - Sorpresas y sonrisas; formas bellas de despertar y de recordar el para que de la vida. - Por fecha 02/04/2014 - Matías Hugo Figliola