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Mostrando las entradas de septiembre 9, 2013

El capítulo 11

Comienza un libro, y como comienza también termina. Esta escrito que así sea, como también esta escrito el libro en la mente del que lo escribe. Este libro comenzó con una narración detallada, minuciosamente, de un lugar especifico. De aquel lugar donde estaba él esperando a que sucediera lo que siempre sucedía a aquella hora; el timbre de su reloj para avisarle que ya era hora. Este libro finalizo con una desnarración fatídica de otro suceso más de aquellos que suceden a los términos abruptos de los días, de las noches, de las vidas. Lo que el escritor sintió, desde antes de escribir el libro, era que debía escribir un libro para justificar su capítulo. Su capítulo era el poder expresar en una carilla y media algo que tenía atragantado en su vida, en su garganta; era algo que lo tenía a mal respirar, a mal traer, a mal vivir... a mal escribir. Cuando por fin llego a ese capítulo, se desquito con el libro y puso lo que deseaba plasmar hace tanto tiempo ya. El libro fue seccion
Prestándome su último reflejo - Por fecha 03/08/2013 -  Matías Hugo Figliola

Frases XXXII

"Por las mañanas el sol se asoma. Y yo, gracias a él, dejo de ver el reflejo de tu imagen. La realidad golpea." - "Tengo tantas cosas que decirte, que contarte, que pedirte, que escribirte, que leerte, que hablarte. Tantas cosas que me debo de callar, porque ya no esta ese oído al cual decirlas. Porque ese oído fue quitado de tu cabeza, con parte de tu cerebro y tu corazón. Y así salí perdiendo yo, por una mala praxis de tu razón. Que fue aconsejado, de forma errada, por el miedo y por la incoherencia que te reino." - “Digo y me quedo a donde lo dije. Mis manos quedaran igual de sucias, el lavarme las manos no es una posibilidad. Se de tal manera y aunque lastimes te querrán. Porque de ti nunca saldrá otra cosa que no sea la sincera verdad, sin odio ni maldad.“ - Por fecha 02/08/2013 -  Matías Hugo Figliola