Supo lo que quería saber justo cuando ya no era relevante. Justo cuando dejo de ser lo importante; ya mi mente estaba en querer saber algo más. Lo que supe, deje de tenerlo en cuenta; deje de valorarlo. Paso a ser parte de algo que sin valor en mi. Y volví a correr mi próximo saber, ciegamente, torpemente; queriendo saber esto nuevo que delante de mi se reflejaba, tal cual lo hace un espejismo. Corrí hasta lograr ese saber y, nuevamente se repitió la misma historia. El saber no lo supe ni lo valoré, el saber que llegó quedo de lado y corrí, otra vez, hacia un nuevo saber. El ciclo sigue eternamente; el ciclo es parte de la inconsciencia de esta humanidad, de la mayoría de esta humanidad. El ciclo de la carencia, que nunca se llena; de la necesidad, que nunca se colma. El ciclo de la no-vida, del letargo hasta que la muerte llegue. Para darle claridad a esto dicho, es mi deber aclarar que existe gente que están transitando sus vidas, despiertos, conscientes y con deseos. Hay q