Le pregunte a un hombre: ¿cómo está?
El me respondió: "Estoy. Y con estar ya me basta."
A lo que, con mi sorpresa y no entender, le pregunte: "¿con el estar basta?, ¿a que se refiere?
Y el simple y sabio, luego lo supe, hombre me dijo: "Estar es mucho más que lo demás. Estar significar estar en uno." -luego de un suspiro inspirador, prosiguió-
"Estar en uno significa habitarse. Habitarse es lo opuesto a abandonarse. Abandonarse demuestra que nuestra vida la esta viviendo otro, no yo. Si yo no vivo mi vida, significa que que no soy lo suficientemente importante para vivirme."
Y con una sonrisa, concluyo: "y podría seguir así por un largo rato. Igual, lo importante es que estoy. Y estar significa que me habito, represento, elijo, disfruto; de mi y, por supuesto, de todo lo que elijo. Porque si estoy en mi, eligiéndome, todo lo que elija es lo mejor para mi y para todos los demás. Porque desde uno, uno nunca hace nada para perjudicar a nadie."
Con una suave mueca y calma en sus ojos me indico por donde venia caminando y hacia donde iba caminando. Y dijo: "Sigue tu camino. Ya no puedes ser el mismo de antes... he."
"Adiós señor" dije yo, mientras mi cuerpo emprendía el caminar y mi cara iba asimilando lo adquirido.
"Adiós hermano" dijo él, como un susurro... que pude escuchar.
El me respondió: "Estoy. Y con estar ya me basta."
A lo que, con mi sorpresa y no entender, le pregunte: "¿con el estar basta?, ¿a que se refiere?
Y el simple y sabio, luego lo supe, hombre me dijo: "Estar es mucho más que lo demás. Estar significar estar en uno." -luego de un suspiro inspirador, prosiguió-
"Estar en uno significa habitarse. Habitarse es lo opuesto a abandonarse. Abandonarse demuestra que nuestra vida la esta viviendo otro, no yo. Si yo no vivo mi vida, significa que que no soy lo suficientemente importante para vivirme."
Y con una sonrisa, concluyo: "y podría seguir así por un largo rato. Igual, lo importante es que estoy. Y estar significa que me habito, represento, elijo, disfruto; de mi y, por supuesto, de todo lo que elijo. Porque si estoy en mi, eligiéndome, todo lo que elija es lo mejor para mi y para todos los demás. Porque desde uno, uno nunca hace nada para perjudicar a nadie."
Con una suave mueca y calma en sus ojos me indico por donde venia caminando y hacia donde iba caminando. Y dijo: "Sigue tu camino. Ya no puedes ser el mismo de antes... he."
"Adiós señor" dije yo, mientras mi cuerpo emprendía el caminar y mi cara iba asimilando lo adquirido.
"Adiós hermano" dijo él, como un susurro... que pude escuchar.
Matías Hugo Figliola
Comentarios