Aquel que reposa en algún lugar,
de donde no se lo quieren sacar.
pero desde donde, tampoco, se lo dejan agrandar
y ocupar su verdadero lugar.
Aquel que resplandece a cada amanecer
que otorga la verdadera razón de ser
pero que a su ímpetu hay que temer
porque él mismo te puede hacer desaparecer
Por él, ciego quedarías
aunque, de incierta forma, sin el no verías
que la verdadera cuestión que escondía
es que el amor se siente aun cuando lo marginas
Matías Hugo Figliola
Comentarios