Para quien quiera que lea.
Bienvenido a tu vida, aun cuando no la quieras ni la aceptes; eres bienvenido. Ella te acepta aun cuando la rechazas.
Bienvenido el dia, la mañana y el sol que da luz a tus ojos; aunque no lo aceptes, ni quieras, o te moleste, eres bienvenido. El te acepta glorioso como eres, sin pedir ni esperar nada.
Bienvenido a tu hacer, aun cuando hagas lo contrario a tu deseo, eres bienvenido. El te espera a que te dignes elegirte y hacer tu hacer.
Bienvenido a ti mismo, aun cuando no te reconoces porque te esquivas por maquillajes o anteojos, o ropas o excesos, eres bienvenido. Tu te esperas pacientemente a que tu ego y tu miedo dejen de dirigir a tu cuerpo.
Bienvenido... eres, soy y somos.
Saludo hermano mio.
Adios, con gloria, amor y en armonía.
Bienvenido a tu vida, aun cuando no la quieras ni la aceptes; eres bienvenido. Ella te acepta aun cuando la rechazas.
Bienvenido el dia, la mañana y el sol que da luz a tus ojos; aunque no lo aceptes, ni quieras, o te moleste, eres bienvenido. El te acepta glorioso como eres, sin pedir ni esperar nada.
Bienvenido a tu hacer, aun cuando hagas lo contrario a tu deseo, eres bienvenido. El te espera a que te dignes elegirte y hacer tu hacer.
Bienvenido a ti mismo, aun cuando no te reconoces porque te esquivas por maquillajes o anteojos, o ropas o excesos, eres bienvenido. Tu te esperas pacientemente a que tu ego y tu miedo dejen de dirigir a tu cuerpo.
Bienvenido... eres, soy y somos.
Saludo hermano mio.
Adios, con gloria, amor y en armonía.
Matías Hugo Figliola
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