Tiempos de transición. Tiempos de cambios.
Tiempos en donde uno decide.
La decisión de uno radica en elegir, y el elegir es entre progreso o estancamiento.
Con esta idea no hablo de progreso monetario, progreso de prestigio, progreso financiero, progreso de posesión de bienes, progreso de poder. Tampoco hablo sobre estancamiento de los mismos aspectos, o aspectos parecidos.
La idea de progreso, o mi idea de progreso, radica en el progreso personal. De la persona. De uno mismo.
De ese "uno mismo" que uno es en su interior.
He visto, charlado y convivido con gente que materialmente era "estancada" y he podido asimilar y observar como personalmente, lo que se le puede asociar a la conciencia y al ser consiente de la vida propia, eran personas evolucionadas.
Puedo citar el caso opuesto de gente adinerada que estaba estancada en lo relacionado a la conciencia.
Podría decir espiritual, pero es una palabra que tiene varias diversas ideas. La palabra espíritu fue utilizada por muchas personas, de diversos credos y con diversos valores, y también, en casos, fue manipulada.
La conciencia en si no tiene muchas ideas, en si es una cosa. No es una palabra utilizada cotidiana ni repetidamente, en donde pierde el valor en si misma.
Retomando, estos son momentos de cambio. De transmutar. De Cambiar de forma, interiormente, y luego se percibe en el exterior; como cuando uno esta feliz internamente el mundo lo percibe y también se le dispone diferente.
Es el momento, no solo para mi sino para todos. Todos.
Todos los que leen esto, como los que no lo leen también.
El cristal transmuta, hasta ser cristal. No se somete a cuestiones ni se resiste.
Todavía tengo por cambiar muchas cosas. Por soltar, sanar y evolucionar también.
Todavía tengo tiempo para eso y para vivir.
Soy mi propio guía, soy mi propia luz, soy mi propio faro. Porque en mi esta lo mas puro de mi, y de todos.
Es por ello que decir mutar mi concepción, liberándome de las ataduras con acción amorosa.
Tiempos de transición. Tiempos de cambios.
Tiempos en donde uno decide.
Hoy... ahora.
Eternamente ahora.
Tiempos en donde uno decide.
La decisión de uno radica en elegir, y el elegir es entre progreso o estancamiento.
Con esta idea no hablo de progreso monetario, progreso de prestigio, progreso financiero, progreso de posesión de bienes, progreso de poder. Tampoco hablo sobre estancamiento de los mismos aspectos, o aspectos parecidos.
La idea de progreso, o mi idea de progreso, radica en el progreso personal. De la persona. De uno mismo.
De ese "uno mismo" que uno es en su interior.
He visto, charlado y convivido con gente que materialmente era "estancada" y he podido asimilar y observar como personalmente, lo que se le puede asociar a la conciencia y al ser consiente de la vida propia, eran personas evolucionadas.
Puedo citar el caso opuesto de gente adinerada que estaba estancada en lo relacionado a la conciencia.
Podría decir espiritual, pero es una palabra que tiene varias diversas ideas. La palabra espíritu fue utilizada por muchas personas, de diversos credos y con diversos valores, y también, en casos, fue manipulada.
La conciencia en si no tiene muchas ideas, en si es una cosa. No es una palabra utilizada cotidiana ni repetidamente, en donde pierde el valor en si misma.
Retomando, estos son momentos de cambio. De transmutar. De Cambiar de forma, interiormente, y luego se percibe en el exterior; como cuando uno esta feliz internamente el mundo lo percibe y también se le dispone diferente.
Es el momento, no solo para mi sino para todos. Todos.
Todos los que leen esto, como los que no lo leen también.
El cristal transmuta, hasta ser cristal. No se somete a cuestiones ni se resiste.
Todavía tengo por cambiar muchas cosas. Por soltar, sanar y evolucionar también.
Todavía tengo tiempo para eso y para vivir.
Soy mi propio guía, soy mi propia luz, soy mi propio faro. Porque en mi esta lo mas puro de mi, y de todos.
Es por ello que decir mutar mi concepción, liberándome de las ataduras con acción amorosa.
Tiempos de transición. Tiempos de cambios.
Tiempos en donde uno decide.
Hoy... ahora.
Eternamente ahora.
Matías Hugo Figliola
Comentarios