La manera justa de hacer es, justamente, ser justo en el hacer. Confiar en lo que uno hace y hacerlo desde la mejor parte de uno.
Uno no puede controlar el resultado, es algo que esta afectado a ponderantes que están fuera del alcance de nuestro hacer.
El resultado es algo que no debería de modificar la acción de uno como tampoco debería modificar el estado anímico ni la reacción y actitud de uno.
Es que hay que saber diferenciar entre el hacer y el resultar. El hacer es nuestro, esta ligado con nosotros. Es lo que representa al individuo, es la fuerza motora que representa las ideas, palabras, sentimientos.
El resultado, por otro lado, es algo externo. Es algo que no puede ser condicionado, manipulado. Y cuando puede ser manipulado, se termina percibiendo como el resultado estalla en mil pedazos y termina viéndose que no se puede manipular el resultado.
Lo interno es nuestra creación. Lo externo es de nuestra participación.
Creamos en nuestro andar. No podemos ordenar para que todo sea a nuestro deseo, por varias razones que contare en otro pensar.
Esto es algo que aprendí hace unos días con una situación que se le llama cotidianamente negativa y, al ver esto, pude estar en calma y armonía en mi hacer y sentirme en paz conmigo.
El resultado no fue "bueno" pero mi aprendizaje y toma de conciencia de esto fue nutritivo para mi. Es por ello que lo comparto.
Uno no puede controlar el resultado, es algo que esta afectado a ponderantes que están fuera del alcance de nuestro hacer.
El resultado es algo que no debería de modificar la acción de uno como tampoco debería modificar el estado anímico ni la reacción y actitud de uno.
Es que hay que saber diferenciar entre el hacer y el resultar. El hacer es nuestro, esta ligado con nosotros. Es lo que representa al individuo, es la fuerza motora que representa las ideas, palabras, sentimientos.
El resultado, por otro lado, es algo externo. Es algo que no puede ser condicionado, manipulado. Y cuando puede ser manipulado, se termina percibiendo como el resultado estalla en mil pedazos y termina viéndose que no se puede manipular el resultado.
Lo interno es nuestra creación. Lo externo es de nuestra participación.
Creamos en nuestro andar. No podemos ordenar para que todo sea a nuestro deseo, por varias razones que contare en otro pensar.
Esto es algo que aprendí hace unos días con una situación que se le llama cotidianamente negativa y, al ver esto, pude estar en calma y armonía en mi hacer y sentirme en paz conmigo.
El resultado no fue "bueno" pero mi aprendizaje y toma de conciencia de esto fue nutritivo para mi. Es por ello que lo comparto.
Matías Hugo Figliola
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