Han habido días de sol, días nublados; de lluvia y hasta días en que uno no querría haber nacido.
Han habido momentos en los que nos sentimos felices, desdichados, vacíos, tristes, deseando haber desaparecido o no haber nacido.
Han habido días; y puedo asegurar que los seguirán habiendo. Lo único que es posible de modificar es el como vivir esos días, esos momentos, esa vida; esta vida.
Al elegir que encarnar uno elije, por consecuencia, lo que va a afrontar en el vivir. Uno responsabiliza al otro sobre la situación que le hace pasar; ¿y si fuese que nosotros gestamos la situación desde nuestro interior?, ¿y si la imagen del afuera es solo el reflejo de la situación y estado interno?.
Algo que he comprendido de la vida es que el sol sale dentro de uno, el amor vibra en uno y el afuera refleja ello. Aun en las situaciones "adversas" la elección es propia e interna de lo que uno habita; si en esas situaciones uno habita el amor, la paz, la serenidad, la comprensión el aprendizaje aguarda la encarnación al instante.
Han habido momentos en los que nos sentimos felices, desdichados, vacíos, tristes, deseando haber desaparecido o no haber nacido.
Han habido días; y puedo asegurar que los seguirán habiendo. Lo único que es posible de modificar es el como vivir esos días, esos momentos, esa vida; esta vida.
Al elegir que encarnar uno elije, por consecuencia, lo que va a afrontar en el vivir. Uno responsabiliza al otro sobre la situación que le hace pasar; ¿y si fuese que nosotros gestamos la situación desde nuestro interior?, ¿y si la imagen del afuera es solo el reflejo de la situación y estado interno?.
Algo que he comprendido de la vida es que el sol sale dentro de uno, el amor vibra en uno y el afuera refleja ello. Aun en las situaciones "adversas" la elección es propia e interna de lo que uno habita; si en esas situaciones uno habita el amor, la paz, la serenidad, la comprensión el aprendizaje aguarda la encarnación al instante.
- Por fecha 12/03/2012 -
Matías Hugo Figliola
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