Hemos creado edificios, tan altos que hasta insultan al magnífico everest con su intento de altura.
Hemos creado medios de movilidad, como el auto, el tren, el barco y avión. Los cuales contaminan sin piedad y con constancia a todo el planeta, mientras nos creemos que no influye en nada.
Hemos creado herramientas para facilitarnos el hacer; las cuales hemos desarrollado y perfeccionado para facilitarnos el matar y matarnos.
Hemos descubierto vacunas y las hemos mutado para poder hacerlas armas bacteriológicas; cada vez mas efectivas y mortifera.
Hemos tenido hijos que amamos y les hemos enseñado que el amor cuesta caro, que se debe pagar con mucha plata y que antes que el amor esta el dinero y el poder -si no es que son sinónimos-
Hemos abrazado brevemente y luego de ello hemos despreciado y rechazado.
Hemos aprendido a escuchar a gente que ha entendido, de alguna u otra forma, de que se trata la vida; como Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Marthin Luther King, Jesus, Cabral, entre miles de otros más.
Y lo que hemos aprendido de ello es a decir que SI y luego seguir haciendo como hacíamos; sin ayudar, sin conciencia, sin bondad, sin amor, sin libertad, sin sentido. Todo en negativo, todo en vacío.
Hemos tenido miles de posibilidades de entender la vida, de poder comprender de que se trata esto.
Hemos tenido muchísimos maestros, deseosos de enseñar y aprender.
Hemos tenido millones de segundos para despertar.
Hoy, que no es el fin de mi vida, tengo la posibilidad de discernir y poder despertar de lo que creo con lo que pienso y hago.
Pareciera que es tarde. Tarde para el cambio, para tomar la decisión y para hacer.
Y lo que yo me digo, y por ahí también te digo a ti que lees, es que nunca es tarde; siempre es presente. La eternidad se vive en este segundo.
Lo que paso, sirve de catapulta para el aprendizaje de hoy. Suelta ese peso y vuela por los aires y libérate de las ataduras.
Hemos hecho cosas que no iban en concordancia con lo que en verdad somos; solo nos hemos desorientado por ambiciones.
Eso puede cambiar; si lo deseas, lo creas.
El pasado no nos define; solo nos muestra por donde hemos caminado.
El presente nos define, es la realidad que nosotros mismos creamos.
Hemos creado medios de movilidad, como el auto, el tren, el barco y avión. Los cuales contaminan sin piedad y con constancia a todo el planeta, mientras nos creemos que no influye en nada.
Hemos creado herramientas para facilitarnos el hacer; las cuales hemos desarrollado y perfeccionado para facilitarnos el matar y matarnos.
Hemos descubierto vacunas y las hemos mutado para poder hacerlas armas bacteriológicas; cada vez mas efectivas y mortifera.
Hemos tenido hijos que amamos y les hemos enseñado que el amor cuesta caro, que se debe pagar con mucha plata y que antes que el amor esta el dinero y el poder -si no es que son sinónimos-
Hemos abrazado brevemente y luego de ello hemos despreciado y rechazado.
Hemos aprendido a escuchar a gente que ha entendido, de alguna u otra forma, de que se trata la vida; como Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Marthin Luther King, Jesus, Cabral, entre miles de otros más.
Y lo que hemos aprendido de ello es a decir que SI y luego seguir haciendo como hacíamos; sin ayudar, sin conciencia, sin bondad, sin amor, sin libertad, sin sentido. Todo en negativo, todo en vacío.
Hemos tenido miles de posibilidades de entender la vida, de poder comprender de que se trata esto.
Hemos tenido muchísimos maestros, deseosos de enseñar y aprender.
Hemos tenido millones de segundos para despertar.
Hoy, que no es el fin de mi vida, tengo la posibilidad de discernir y poder despertar de lo que creo con lo que pienso y hago.
Pareciera que es tarde. Tarde para el cambio, para tomar la decisión y para hacer.
Y lo que yo me digo, y por ahí también te digo a ti que lees, es que nunca es tarde; siempre es presente. La eternidad se vive en este segundo.
Lo que paso, sirve de catapulta para el aprendizaje de hoy. Suelta ese peso y vuela por los aires y libérate de las ataduras.
Hemos hecho cosas que no iban en concordancia con lo que en verdad somos; solo nos hemos desorientado por ambiciones.
Eso puede cambiar; si lo deseas, lo creas.
El pasado no nos define; solo nos muestra por donde hemos caminado.
El presente nos define, es la realidad que nosotros mismos creamos.
- Por fecha 05/05/2012 -
Matías Hugo Figliola
Comentarios