Ir al contenido principal

La feria

El cartel nombraba al lugar con el titulo de "Feria de filosofía"

Mi intriga siempre fue mi guía y por ello es que suspendí mis haceres y entre. Entre a ver que era lo que ofrecía aquella feria.

Me detuve en el primer stand y la persona que estaba detrás del mostrador, un hombre bien vestido con un traje, chaleco y corbata, me miro y me dijo:
"Dime cuanto posees y te diré quien eres"
Luego de ello se quedo callado, no comento mas nada.
Me desplace dos metros a la izquierda y estaba otro stand; en este se encontraba un hombre con una camisa y un jean, unas zapatillas y una cadena de oro en su cuello. Ese hombre me miro y dijo:
"Dime quien eres y te diré quien eres"

Habiendo comprendido que solo decían esas palabras y luego nada mas, continué mi andar.

En el próximo stand había un hombre con cara de recio, facciones duras tan duras como su postura.
Me miro y me dijo:
"Dime cuanto controlas y te diré quien eres"
En el siguiente local estaba un hombre con cara dolor y penuria; y me dijo:
"Dime cuanto te martirizas y te diré quien eres"
Prosiguiendo mi búsqueda, llegue hasta el proximo hombre el cual me dijo:
"Dime cuan importante eres y te diré quien eres".

En el siguiente stand había un hombre de ropas cómodas, sentado y cómodo... sereno. Al mirarme se pone de pie, se acerca esos pocos centímetros y me mira fijamente a los ojos... y dice:
"Pasa, siéntate. Cuéntame lo que has creado en tu vida y me mostraras quien eres" y luego de decir esto me señalo otra silla, junto a la de él.

Lo que se charlo quedara para otra anécdota; lo que si puedo decir es que este hombre, y su filosofía, solo fomentaba a que yo sepa quien soy. Siendo él solo el acompañante, de mi proceso, hasta mi despertar.

Matías Hugo Figliola

Comentarios

Entradas más populares de este blog

FRASES XXXXXVI

Calla mi cabeza y escucho el latir de mi corazón. Siento la inhalación y exhalación. Soy parte de este mundo, de la realidad, y no de las ideas - Cuantas veces he sido prisionero de mis ideas; y yo que pensaba que me estaban dando concejos - Estático como poste, sin poder mover ni un musculo. Aparentando que estoy sano y que sirvo. He olvidado que era naturaleza; como el poste, que antes era árbol - Por fecha 14/09/2014 -  Expectativa Cero

Mejor es

Queriendo estar seguro, me encierro en mi "casa" y miro la inseguridad, a través de mi "ventana", a todo lo que por fuera pasa. Encerrado dentro de mi "casa" temo por mi seguridad. La inseguridad y la seguridad se unen por opuestos; se unen porque dentro mío está el mismo sentimiento de miedo. Ese modo de ver, pensar y sentir la vida en el que todo es peligroso para mi. Así me encierro y me aíslo; así me pongo agresivo y agravio. Así temo y ataco; así no-vivo y muero. Estar encerrado, cuidándome, es estar estático; sin movimiento. La vida tiene por premisa el cambio y el movimiento. Es por ello que cada vez que me encuentro mirando a través de aquella "ventana", me detengo y corrijo. Veo que estoy eligiendo y donde estoy habitando; si mi vida o mi muerte. Mejor estar andando, haciendo y tomando riesgos que estar aislado, estático y con miedo. Mejor es vivir y no estar muerto en vida. Expectativa Cero

Historia verídica

Tenía pocas monedas y las gasto en vino y comida. Tenía pocas poseciones y lo poco que llevaba era lo que le daba calor y cuidado. Tenía poco tiempo de estar en aquel lugar y solo se sentó y relajo. Pareciera que era el fin de sus momentos o que tan solo vivía abandonado de si mismo. Tenía una sonrisa en su cara y esta brillaba por todo su cuerpo. Tenía un solo cuerpo y este era su templo más divino. Tenía calma en su respirar y esta era el motor con cual el corazón latía y vivía. Parecia que se encontraba en un letargo al cual había llegado por estar ausente de si mismo. Y él pensaba, mientras todos lo miraban. Habito mi vida y elijo que crear con ella. Habito mi propio espacio y por ello no ando corriendo de lugar en lugar. Existo en el aqui y ahora y este es mi mejor lugar y con ello me basta para sentirme en gloria. Inhalaba y exhalaba a cada voluntad de su cuerpo y ello era la mismisima confirmación de su existencia. Y el pensaba, mientras todos corrian ¿Que di...