En el día de hoy, en una charla con una persona cercana, hubo una pregunta que me gusto. La pregunta que surgió fue: "¿Cuántas energías hay?".
La conclusión a la que se llego fue que hay una sola energía. Somos todos parte de una energía; ni mas ni menos. Somos, en nosotros mismos, el holograma de la totalidad; y cuando digo somos no hablo de los humanos en si. Hablo de los seres humanos, de los animales, de las plantas, de los planetas, del sol y de tantas millones de cosas más que conocemos y desconocemos.
Y esta idea nos llevo a revisar una idea anterior, una idea sobre la división, la separación y el aislamiento.
No existe la división, somos individuos -llamados así por nosotros mismos-. Individuos en mi resuena a indivisibles, no divisibles; somos todo uno.
La separación esta relacionada con la dualidad, con la necesidad de sentirse únicos; cosa que también se nos fue inculcada para manipular. En una totalidad no hay separación, a ilusión de separación. En este mundo, en el mundo de la ilusión, existe la ilusión de separación; y digo que la ilusión es así porque le conferimos esa energía.
Sobre el aislamiento solo podría decir que, para mi, significa la mentira de estar aislados. Esa mentira la heredamos y aprendemos a nutrirla; es nuestra decisión -decir en la acción, que es la única forma de decir- ver la realidad.
Y por ultimo, y como todo es un ciclo llegamos al principio nuevamente; arribamos a la concepción de una unidad. No somos diferentes a nada; estamos compuestos de átomos y partículas subatómicas. Estamos entrelazados por esos átomos, con todo y todos. Somos todos uno, somos parte y somos el todo.
Entre ti, leyendo esto, y yo, escribiendo esto solos nos unen átomos; nos une energía. Es decir que, aunque en la ilusión estemos desunidos, en la realidad estamos unidos. Somos hermanos de la energía universal.
Eso es lo que hablando hoy, con una persona cercana, estuvimos dialogando.
La conclusión a la que se llego fue que hay una sola energía. Somos todos parte de una energía; ni mas ni menos. Somos, en nosotros mismos, el holograma de la totalidad; y cuando digo somos no hablo de los humanos en si. Hablo de los seres humanos, de los animales, de las plantas, de los planetas, del sol y de tantas millones de cosas más que conocemos y desconocemos.
Y esta idea nos llevo a revisar una idea anterior, una idea sobre la división, la separación y el aislamiento.
No existe la división, somos individuos -llamados así por nosotros mismos-. Individuos en mi resuena a indivisibles, no divisibles; somos todo uno.
La separación esta relacionada con la dualidad, con la necesidad de sentirse únicos; cosa que también se nos fue inculcada para manipular. En una totalidad no hay separación, a ilusión de separación. En este mundo, en el mundo de la ilusión, existe la ilusión de separación; y digo que la ilusión es así porque le conferimos esa energía.
Sobre el aislamiento solo podría decir que, para mi, significa la mentira de estar aislados. Esa mentira la heredamos y aprendemos a nutrirla; es nuestra decisión -decir en la acción, que es la única forma de decir- ver la realidad.
Y por ultimo, y como todo es un ciclo llegamos al principio nuevamente; arribamos a la concepción de una unidad. No somos diferentes a nada; estamos compuestos de átomos y partículas subatómicas. Estamos entrelazados por esos átomos, con todo y todos. Somos todos uno, somos parte y somos el todo.
Entre ti, leyendo esto, y yo, escribiendo esto solos nos unen átomos; nos une energía. Es decir que, aunque en la ilusión estemos desunidos, en la realidad estamos unidos. Somos hermanos de la energía universal.
Eso es lo que hablando hoy, con una persona cercana, estuvimos dialogando.
Matías Hugo Figliola
Comentarios