La vida no es como se concibe; a mi percibir. Esta la vida micro y la vida macro.
La macro es una concepción de vida eterna, de una vida ciclica e infinita; en donde la muerte no tiene participación ni existencia. Solo existe la transformación y transmutación.
La micro es esta vida en si, el vivir esta vida dentro de la gran vida. Es un lapsus en el que estamos consientes como seres humanos, o seres en condición humana.
Esta vida en si, ambas dos, es eterna. Es el flujo de energía, es la mutación de esa energía.
Es más, comento que cada siete años el ser humano cambia todas sus celulas; es decir que cada siete años es un ser nuevo.
Lo unico que lo une con el anterior es el recuerdo, es la memoria de que era aquel niño, ese adolescente y este adulto.
Pienso que si viviesemos la vida como tal, como un flujo de energía del cual somos participes en un cien porciento, estaríamos relajados. Dejaríamos de querer poseer y controlar. Permitiríamos que los papeles, llamados diñero, circulen sin restricciones ni avaricias.
Podríamos ver que lo tuyo, es tuyo aun cuando lo tiene el otro. Y lo del otro es tuyo aunque lo tengas tú. Todo es de todos, es que todos somos energía y nos compartimos todo sin saberlo.
El odio, el recelo, el rencor, la envidia, la avaricia, el amor, la paz, la comprención, la compasión, el sentimiento de hermandad, etc. Todo esto es lo que fluye cuando el otro siente o tu sientes, o yo siento.
Es por ello que hay que elegir que sentir, decidir que sentir, determinar como vivir. Lo que uno vibre, es lo que vibre en lo que uno recibe de todo y todos.
La macro es una concepción de vida eterna, de una vida ciclica e infinita; en donde la muerte no tiene participación ni existencia. Solo existe la transformación y transmutación.
La micro es esta vida en si, el vivir esta vida dentro de la gran vida. Es un lapsus en el que estamos consientes como seres humanos, o seres en condición humana.
Esta vida en si, ambas dos, es eterna. Es el flujo de energía, es la mutación de esa energía.
Es más, comento que cada siete años el ser humano cambia todas sus celulas; es decir que cada siete años es un ser nuevo.
Lo unico que lo une con el anterior es el recuerdo, es la memoria de que era aquel niño, ese adolescente y este adulto.
Pienso que si viviesemos la vida como tal, como un flujo de energía del cual somos participes en un cien porciento, estaríamos relajados. Dejaríamos de querer poseer y controlar. Permitiríamos que los papeles, llamados diñero, circulen sin restricciones ni avaricias.
Podríamos ver que lo tuyo, es tuyo aun cuando lo tiene el otro. Y lo del otro es tuyo aunque lo tengas tú. Todo es de todos, es que todos somos energía y nos compartimos todo sin saberlo.
El odio, el recelo, el rencor, la envidia, la avaricia, el amor, la paz, la comprención, la compasión, el sentimiento de hermandad, etc. Todo esto es lo que fluye cuando el otro siente o tu sientes, o yo siento.
Es por ello que hay que elegir que sentir, decidir que sentir, determinar como vivir. Lo que uno vibre, es lo que vibre en lo que uno recibe de todo y todos.
- Por fecha 30/07/2012 -
Matías Hugo Figliola
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