He pensado el día de hoy sobre que escribir, he estado viendo que temas tocar o si escribir en referencia a algo en particular o si crear una mini historia o mini cuento. Y recién, mientras estaba en un momento de relajación se me presentaron a mi cabeza dos ideas; estas son: "comunicación" y "vibración".
Estaba pensando, hace dos días, en hablar sobre la vibración; sobre como uno vibra un estado, un sentimiento o una idea. He estado viendo la forma de poder explayarme para que se entienda ese escribir tan personalísimo que tengo.
Esto lo he pensado ya que en una conversación con alguien, me pregunto y me dijo que sería interesante que explique el como de ese hacer; el como del vibrar.
He dado vueltas en esta idea y, para mi, es difícil. Es difícil el explicar del como.
Como encarnar el amor, como vibrar en amor. Como lograr ese estado de vibración; como ser eso que vibro.
En si la explicación es sencilla, es haciéndolo, es vibrándolo. El proceso está conformado por varios pasos, varias elecciones y determinaciones de cada uno.
El elegirse, el elegir que sentir, el saber que sucede dentro de uno, ver los disparadores, darse el propio espacio, amarse; sentir el propio amor. Es decir, ver a quien uno es realmente y también ver las pautas que hacían, y hacen, que nos desorientemos y deshabitemos de nuestra vida.
Encarnar el amor es vibrarlo. Vibrar el amor es hacerlo carne. Encarnar es vibrar, y viceversa.
Y como se logra, diría que día a día vibren su propio amor; que se den su espacio y su tiempo para saberse amados. Ir velando las cosas que no son nuestras, dándole luz para que se hagan puras.
Tómense un momento, una acción, una elección para si mismos. Sepan tomarse SU lugar en SU vida.
Háganlo con paciencia, es decir en paz y con sabiduría. No se obstinen ni presionen ni pretendan lograr algo en un segundo ni en la primer vez.
Sean amorosos y dense sus momentos; dense su tiempo de cambio. La transformación es paulatina, constante y consciente.
Pies en la tierra, mente en el cielo. Amor en uno mismo.
A todo esto es que yo le planteo, y digo, vibrar. A todo esto y más. Es que es un modo de vida, una elección de vida; es esto y mucho mas.
Vibrar algo es saberse eso, saberse en cada célula y ser consciente de ese potencial en uno. Es, luego de saberlo, encarnarlo y sentirlo. Verlo en uno mismo y en todas las acciones que uno realiza.
Vibrar es saberse el propio creador de su propia vida; es el tomar una decisión desde, por y para uno desapegándote de los sucesos externos que buscan alienarte (ausentarte a vos mismo de tu propia vida).
Y sobre la comunicación, diré que otro día hablare de ella. Aunque el día de hoy he mostrado un poco de eso, de la comunicación; de la acción común, de comunicar en la acción.
Estaba pensando, hace dos días, en hablar sobre la vibración; sobre como uno vibra un estado, un sentimiento o una idea. He estado viendo la forma de poder explayarme para que se entienda ese escribir tan personalísimo que tengo.
Esto lo he pensado ya que en una conversación con alguien, me pregunto y me dijo que sería interesante que explique el como de ese hacer; el como del vibrar.
He dado vueltas en esta idea y, para mi, es difícil. Es difícil el explicar del como.
Como encarnar el amor, como vibrar en amor. Como lograr ese estado de vibración; como ser eso que vibro.
En si la explicación es sencilla, es haciéndolo, es vibrándolo. El proceso está conformado por varios pasos, varias elecciones y determinaciones de cada uno.
El elegirse, el elegir que sentir, el saber que sucede dentro de uno, ver los disparadores, darse el propio espacio, amarse; sentir el propio amor. Es decir, ver a quien uno es realmente y también ver las pautas que hacían, y hacen, que nos desorientemos y deshabitemos de nuestra vida.
Encarnar el amor es vibrarlo. Vibrar el amor es hacerlo carne. Encarnar es vibrar, y viceversa.
Y como se logra, diría que día a día vibren su propio amor; que se den su espacio y su tiempo para saberse amados. Ir velando las cosas que no son nuestras, dándole luz para que se hagan puras.
Tómense un momento, una acción, una elección para si mismos. Sepan tomarse SU lugar en SU vida.
Háganlo con paciencia, es decir en paz y con sabiduría. No se obstinen ni presionen ni pretendan lograr algo en un segundo ni en la primer vez.
Sean amorosos y dense sus momentos; dense su tiempo de cambio. La transformación es paulatina, constante y consciente.
Pies en la tierra, mente en el cielo. Amor en uno mismo.
A todo esto es que yo le planteo, y digo, vibrar. A todo esto y más. Es que es un modo de vida, una elección de vida; es esto y mucho mas.
Vibrar algo es saberse eso, saberse en cada célula y ser consciente de ese potencial en uno. Es, luego de saberlo, encarnarlo y sentirlo. Verlo en uno mismo y en todas las acciones que uno realiza.
Vibrar es saberse el propio creador de su propia vida; es el tomar una decisión desde, por y para uno desapegándote de los sucesos externos que buscan alienarte (ausentarte a vos mismo de tu propia vida).
Y sobre la comunicación, diré que otro día hablare de ella. Aunque el día de hoy he mostrado un poco de eso, de la comunicación; de la acción común, de comunicar en la acción.
Matías Hugo Figliola
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