Ir al contenido principal

El lector

Comenzó a leer un libro sobre las matemáticas y la ciencia; justo después de haber terminado uno sobre los animales acuáticos del polo sur.
Siguió su lectura en otro libro que ya estaba pendiente en su lista; sobre los pájaros y sus migraciones.

Sus días iban pasando y con ellos páginas, y más páginas, y libros, y más libros.

Leyó sobre la democracia, sobre las guerras. Leyó libros de historia, de política, de violencia y de amor.
También estuvieron los libros de dudosa moral, los religiosos; y por ello el se leyó el Coran, la Biblia, el Talmud y la Torá.
Luego paso a libros sobre la medicina, sobre espiritismo, y hasta libros que relacionan la medicina con el espiritismo.
Sus lecturas lo llevaron a adentrarse en libros sobre la vida, sobre la muerte, sobre el limbo y sobre como vivir la vida para estar vivo y no muerto.
Leyó novelas donde habían proezas y acciones heroicas. Leyó cuentos sin sentido y hasta leyó las páginas de los diarios.

Sentado, con sus anteojos puestos, pasaba hojas ya leídas  dándole la bienvenida a nuevas páginas llenas de letras, de cosas. Su lectura fue una constante en su vida.
Llegado el momento que todo ser humano debe, si o si, vivir, la muerte, él se dió cuenta que mucho leyó  que había ocupado cuatro habitaciones, de piso a techo, con libros que según creía tenían información sobre la vida.

Así llego al momento de su despedida, de todos y de si mismo. Sentado en su silla, viendo todo lo leído y dándose cuenta que no le fue útil  todo lo que tenia eran paginas, libros y letras; no tenia ni un gramo de vida vivida.

Y cuando se vió con el creador, una vez más, este le dijo lo mismo que le decía todas las veces: "Espero puedas recordar la próxima vez, lo mismo que no has recordado las anteriores. "Vive la vida en carne propia." Y como haciendo un gesto divino, Dios, lo envió nuevamente a la tierra, solo que esta vez le dió una pequeña ayuda, lo envió lejos de los libros; viendo si en esta nueva vida podía comprender, aunque en verdad la palabra sería recordar, de que se trata el vivir.


Matías Hugo Figliola

Comentarios

Entradas más populares de este blog

FRASES XXXXXVI

Calla mi cabeza y escucho el latir de mi corazón. Siento la inhalación y exhalación. Soy parte de este mundo, de la realidad, y no de las ideas - Cuantas veces he sido prisionero de mis ideas; y yo que pensaba que me estaban dando concejos - Estático como poste, sin poder mover ni un musculo. Aparentando que estoy sano y que sirvo. He olvidado que era naturaleza; como el poste, que antes era árbol - Por fecha 14/09/2014 -  Expectativa Cero

Historia verídica

Tenía pocas monedas y las gasto en vino y comida. Tenía pocas poseciones y lo poco que llevaba era lo que le daba calor y cuidado. Tenía poco tiempo de estar en aquel lugar y solo se sentó y relajo. Pareciera que era el fin de sus momentos o que tan solo vivía abandonado de si mismo. Tenía una sonrisa en su cara y esta brillaba por todo su cuerpo. Tenía un solo cuerpo y este era su templo más divino. Tenía calma en su respirar y esta era el motor con cual el corazón latía y vivía. Parecia que se encontraba en un letargo al cual había llegado por estar ausente de si mismo. Y él pensaba, mientras todos lo miraban. Habito mi vida y elijo que crear con ella. Habito mi propio espacio y por ello no ando corriendo de lugar en lugar. Existo en el aqui y ahora y este es mi mejor lugar y con ello me basta para sentirme en gloria. Inhalaba y exhalaba a cada voluntad de su cuerpo y ello era la mismisima confirmación de su existencia. Y el pensaba, mientras todos corrian ¿Que di...

Mejor es

Queriendo estar seguro, me encierro en mi "casa" y miro la inseguridad, a través de mi "ventana", a todo lo que por fuera pasa. Encerrado dentro de mi "casa" temo por mi seguridad. La inseguridad y la seguridad se unen por opuestos; se unen porque dentro mío está el mismo sentimiento de miedo. Ese modo de ver, pensar y sentir la vida en el que todo es peligroso para mi. Así me encierro y me aíslo; así me pongo agresivo y agravio. Así temo y ataco; así no-vivo y muero. Estar encerrado, cuidándome, es estar estático; sin movimiento. La vida tiene por premisa el cambio y el movimiento. Es por ello que cada vez que me encuentro mirando a través de aquella "ventana", me detengo y corrijo. Veo que estoy eligiendo y donde estoy habitando; si mi vida o mi muerte. Mejor estar andando, haciendo y tomando riesgos que estar aislado, estático y con miedo. Mejor es vivir y no estar muerto en vida. Expectativa Cero