Se lo veía absorto con su juguete. Estaba concentrado con el auto, y con la historia que había construido con él.
En aquel mundo habían cosas que lo fascinaban, tensión y ruidos; mucha adrenalina y diversión.
Por otro lado estaba el padre, queriéndole enseñar sobre el dinero, sobre el trabajo, sobre las obligaciones y sobre las tareas que el debía cumplir.
El niño no prestaba atención al padre, su mundo era tan rico en sensaciones que no deseaba irse de el. Estaba feliz y así lo demostraba, aun mientras se le quería enseñar otras cosas.
Y no es que era un mal hijo, amaba a su mama y a su papa, también a su hermanita, como también al perro que vivía en la casa. Era atento y cariñoso, y así lo demostraba.
Pero el padre no pudo aceptar que el niño no le preste atención con, lo que eran, sus preocupaciones, y no las de su hijo.
Y el padre opto por la mejor opción su mejor opción sin saber el daño que en verdad creaba. Le quito el juguete al niño, le saco el auto que tanta competencia le daba cuando debía enseñarle cosas a su hijo.
Y por esta acción, su hijo empezó a prestarle atención.
Y así se fue un niño, así dejo de haber un niño mas en el mundo. Por la acción negligente de un adulto.
Un niño menos, un adulto mas.
En aquel mundo habían cosas que lo fascinaban, tensión y ruidos; mucha adrenalina y diversión.
Por otro lado estaba el padre, queriéndole enseñar sobre el dinero, sobre el trabajo, sobre las obligaciones y sobre las tareas que el debía cumplir.
El niño no prestaba atención al padre, su mundo era tan rico en sensaciones que no deseaba irse de el. Estaba feliz y así lo demostraba, aun mientras se le quería enseñar otras cosas.
Y no es que era un mal hijo, amaba a su mama y a su papa, también a su hermanita, como también al perro que vivía en la casa. Era atento y cariñoso, y así lo demostraba.
Pero el padre no pudo aceptar que el niño no le preste atención con, lo que eran, sus preocupaciones, y no las de su hijo.
Y el padre opto por la mejor opción su mejor opción sin saber el daño que en verdad creaba. Le quito el juguete al niño, le saco el auto que tanta competencia le daba cuando debía enseñarle cosas a su hijo.
Y por esta acción, su hijo empezó a prestarle atención.
Y así se fue un niño, así dejo de haber un niño mas en el mundo. Por la acción negligente de un adulto.
Un niño menos, un adulto mas.
- Por fecha 11/11/2012 -
Matías Hugo Figliola
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