Recurrir a la vieja uzansa del "por que" solo limita las posibilidades personales. Ampliando el espectro de posibilidades preguntate "para que" y verás que no hay respuestas tan rápidas.
Que hayan respuestas rápidas solo denotan escusas rápidas. Es el ciclo vicioso del ego y sus aliados, el miedo, la inseguridad, la no-confianza, entre unos otros más, que busca tenerte atrapado en la auto-lamentación y la auto-martirización de uno mismo.
Con ese suceder uno no mira al afuera y no mira al adentro. Con ese suceder uno solo se trabaja su propia cruz, se viste de romano y de jesus, se lleva la cruz y se azota, se cuelga y mira a los demás desde aquella posición. Con esa cruz uno se auto flagela y se auto abandona.
Con esta reacción uno queda en la constante postura de martir y martirizador, por que lamento avisarles -y avisarme- que somos las dos puntas de la lanza. Somos la punta de la lanza que empuñamos y blandimos hacia su destino, como también somos la carne que recibe a esa punta sintiendola entrar y salir. Y nosotros mismos nos inflingimos dolor y lo recibimos, y lo multiplicamos por todo el cuerpo.
Es tan poco creible que con un cambio de una pregunta todo cambie; pero debo avisrles que no es el cambio de una pregunta. Este cambio es un cambio de paradigmas, es el cambio de vida; es el deseo de estar dispuesto a que suceda algo y a ver el aprendizaje en él. Es encontrarse con una situación y experienciarla con una sonrisa y dispuestos a asimilar aquella experiencia.
El "para que" es la puerta hacia una nueva dimensión que no estamos acostumbrado, ni fimos enseñados, a ver y a vivir. Es el acceso a la nueva vida. Es la postura divina de libertad.
Solo el niño dispuesto a vivir lo que esta sucediendo, o se han cruzado a algun niño diciendo "por que me paso esto o aquello".
Y la respuesta es NO, aunque hayan contestado que si en sus cabezas; el niño, aun siendo niño, no se lo pregunta. Comienza ese preguntar cuando es "entrenado" por los padres, los cuales no son culpables ni tampoco sus abuelos.
Abrir las manos, el corazón, la mente y la disposición. Estar dispuestos y disponibles a lo que esta sucediendo en este presente y a vivirlo de forma consciente.
El "para que" es la pregunta que no busca respuesta, es la pregunta que te hace encarnar tu vida, a vos, dispuesto a vivir tu vida. Elimina al martir y al martirizador, no hay posibilidad de existencias en este presente ya que no se busca un culpable ni un culpador; no se necesitan, nunca se necesitaron en verdad.
Esta pregunta te permite cambiar el paradigma de tu vida, tu vida y sobre todo te permite cambiar a vos -a mi-. Es una posibilidad para elegirte nuevamente, luego de mucho tiempo.
Que hayan respuestas rápidas solo denotan escusas rápidas. Es el ciclo vicioso del ego y sus aliados, el miedo, la inseguridad, la no-confianza, entre unos otros más, que busca tenerte atrapado en la auto-lamentación y la auto-martirización de uno mismo.
Con ese suceder uno no mira al afuera y no mira al adentro. Con ese suceder uno solo se trabaja su propia cruz, se viste de romano y de jesus, se lleva la cruz y se azota, se cuelga y mira a los demás desde aquella posición. Con esa cruz uno se auto flagela y se auto abandona.
Con esta reacción uno queda en la constante postura de martir y martirizador, por que lamento avisarles -y avisarme- que somos las dos puntas de la lanza. Somos la punta de la lanza que empuñamos y blandimos hacia su destino, como también somos la carne que recibe a esa punta sintiendola entrar y salir. Y nosotros mismos nos inflingimos dolor y lo recibimos, y lo multiplicamos por todo el cuerpo.
Es tan poco creible que con un cambio de una pregunta todo cambie; pero debo avisrles que no es el cambio de una pregunta. Este cambio es un cambio de paradigmas, es el cambio de vida; es el deseo de estar dispuesto a que suceda algo y a ver el aprendizaje en él. Es encontrarse con una situación y experienciarla con una sonrisa y dispuestos a asimilar aquella experiencia.
El "para que" es la puerta hacia una nueva dimensión que no estamos acostumbrado, ni fimos enseñados, a ver y a vivir. Es el acceso a la nueva vida. Es la postura divina de libertad.
Solo el niño dispuesto a vivir lo que esta sucediendo, o se han cruzado a algun niño diciendo "por que me paso esto o aquello".
Y la respuesta es NO, aunque hayan contestado que si en sus cabezas; el niño, aun siendo niño, no se lo pregunta. Comienza ese preguntar cuando es "entrenado" por los padres, los cuales no son culpables ni tampoco sus abuelos.
Abrir las manos, el corazón, la mente y la disposición. Estar dispuestos y disponibles a lo que esta sucediendo en este presente y a vivirlo de forma consciente.
El "para que" es la pregunta que no busca respuesta, es la pregunta que te hace encarnar tu vida, a vos, dispuesto a vivir tu vida. Elimina al martir y al martirizador, no hay posibilidad de existencias en este presente ya que no se busca un culpable ni un culpador; no se necesitan, nunca se necesitaron en verdad.
Esta pregunta te permite cambiar el paradigma de tu vida, tu vida y sobre todo te permite cambiar a vos -a mi-. Es una posibilidad para elegirte nuevamente, luego de mucho tiempo.
- Por fecha 17/12/2012 -
Matías Hugo Figliola
Comentarios