Corren y corren detrás de la pelota. Corren mirándola a ella solamente. Sus agitados cuerpos resisten a su cansancio y persiguen la gloria, esa pelota redonda.
Cuando alguien la llega a tocar, es tan solo por un segundo ya que la vuelve a patear más adelante. Y él se presume de haberla pateado ante los demás niños, que juegan en contra de él, y con los padres, que se encuentran fuera y aun sabiendo la realidad de ese deporte se mantienen callados y con una sonrisa en sus caras.
Luego llega otro y patea la pelota y este también presume haberla tocado y que él es el mejor ya que es quien toco la pelota; tan solo por dos segundos antes de ponerla nuevamente lejos de sus pies.
Sus ojos focalizados, sus músculos tensionados, sus pulmones como acordeones, sus corazones como tambores de guerra.
Corriendo una pelota, que la llegan a tocar y se les aleja tantos metros. Presumiendo ser él quien toco la pelota, pavonenándose ante sus adversarios y sus padres, los cuales comprenden el juego. Y hay algunos padres que saben el juego en si cual es, y hay otros que le gritan a sus niños para que sean ellos quienes toquen la pelota.
Ahora, ahora es el momento de cambiar la pelota por diferentes nombres. Ubiquemos "poder" donde dice "pelota", sino se puede cambiar "pelota" por "fama"; también es viable utilizar la palabra "control" o "importancia" o "ser reconocido" o "ser respetado" (respetado en tanto temido).
El juego que jugamos en la vida, que nos han enseñado a jugar, nos ha alienado del deporte. Nos ha hecho competitivo; vemos en el otro competencia, enemigo, y una muy posible traición si puede ser hecha.
Se perdieron valores, o por ahí todavía no nacieron realmente, como amor, respeto, cooperación, compañerismo, hermandad, fraternidad, divertimento, gozo, libertad, respeto hacia todos y todo.
Creo que hemos perdido un poco de la conciencia natural, que ha sido opacada por nuestro propio deseo material, el mecanismo se nos han impuesto sin darnos cuenta, nos ha poseído como un mal espíritu. Es que la mejor forma de controlar o dominar es haciéndonos creer que somos libres, que tenemos posibilidad de elección.
¿Compites o juegas?. ¿Te diviertes o sufres?. ¿Te alegras o envidias?. ¿Ríes o codicias?. ¿Festejas o deseas sufrimiento?.
Es que dependiendo por que senda camines, es lo que verás. Es que dependiendo por que senda camines, es quien elijes ser ,en tu presente, en tu vida.
Cuando alguien la llega a tocar, es tan solo por un segundo ya que la vuelve a patear más adelante. Y él se presume de haberla pateado ante los demás niños, que juegan en contra de él, y con los padres, que se encuentran fuera y aun sabiendo la realidad de ese deporte se mantienen callados y con una sonrisa en sus caras.
Luego llega otro y patea la pelota y este también presume haberla tocado y que él es el mejor ya que es quien toco la pelota; tan solo por dos segundos antes de ponerla nuevamente lejos de sus pies.
Sus ojos focalizados, sus músculos tensionados, sus pulmones como acordeones, sus corazones como tambores de guerra.
Corriendo una pelota, que la llegan a tocar y se les aleja tantos metros. Presumiendo ser él quien toco la pelota, pavonenándose ante sus adversarios y sus padres, los cuales comprenden el juego. Y hay algunos padres que saben el juego en si cual es, y hay otros que le gritan a sus niños para que sean ellos quienes toquen la pelota.
Ahora, ahora es el momento de cambiar la pelota por diferentes nombres. Ubiquemos "poder" donde dice "pelota", sino se puede cambiar "pelota" por "fama"; también es viable utilizar la palabra "control" o "importancia" o "ser reconocido" o "ser respetado" (respetado en tanto temido).
El juego que jugamos en la vida, que nos han enseñado a jugar, nos ha alienado del deporte. Nos ha hecho competitivo; vemos en el otro competencia, enemigo, y una muy posible traición si puede ser hecha.
Se perdieron valores, o por ahí todavía no nacieron realmente, como amor, respeto, cooperación, compañerismo, hermandad, fraternidad, divertimento, gozo, libertad, respeto hacia todos y todo.
Creo que hemos perdido un poco de la conciencia natural, que ha sido opacada por nuestro propio deseo material, el mecanismo se nos han impuesto sin darnos cuenta, nos ha poseído como un mal espíritu. Es que la mejor forma de controlar o dominar es haciéndonos creer que somos libres, que tenemos posibilidad de elección.
¿Compites o juegas?. ¿Te diviertes o sufres?. ¿Te alegras o envidias?. ¿Ríes o codicias?. ¿Festejas o deseas sufrimiento?.
Es que dependiendo por que senda camines, es lo que verás. Es que dependiendo por que senda camines, es quien elijes ser ,en tu presente, en tu vida.
- Por fecha 25/05/2013 -
Matías Hugo Figliola
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