Tenemos tanto tiempo para decidir que queremos, que pensamos que vamos a querer en un mañana. Focalizamos nuestras energías en ese futuro y creamos en aquel lugar el mundo que deseamos.
Eso no está mal. Lo que no es sano es estar viviendo en un mundo que no existe, esperando a que llegue un mañana, o un futuro, que siempre nos lleva la ventaja que le creamos.
El mañana siempre será el mañana, aquel futuro siempre será aquel futuro.
El presente siempre es presente; siempre estamos a la misma distancia de eso que imaginamos crear.
En este momento estamos ausentes. Y si estamos ausentes en el presente, ¿cuándo es que vivimos?, ¿cuándo es que existimos?, ¿existimos?.
Es normal poner la energía para un logro a futuro, es sano hacer esto. Pero esto se debe hacer teniéndose consciencia de que estamos en este presente, de que ese futuro debe tener una conexión con este presente y que no se los puede separar.
No se puede ver el mañana sin el hoy; si vemos el mañana ajeno al hoy estamos teniendo un trastorno de realidad.
Estamos teniendo dos tiempos, hoy y mañana u hoy y el futuro. Y sepan ver que cuando este trastorno sucede, hemos sidos educados para focalizar nuestra energía en el momento "no presente"; ¿y porque hemos sido educados de tal forma?. Sencilla respuesta, por el mero hecho de que el futuro siempre es lindo, siempre está soleado y siempre hay una sonrisa que acompaña al logro, a la conquista.
No creo que nadie se imagine un mañana o un futuro sufriendo o padeciendo, o pobre o dolido, o triste o desdichado. Siempre nos vemos felices, logrando lo propuesto, con muchas energías y ganas.
Es por ello que hoy me recuerdo que el mañana y el futuro son solo escusas para escapar del presente; de este presente que esta compuesto de los eternos e infrasegundos del "ahora". De ese momento que sucede antes de que puedas escribir una letra más, pestañear una vez más reír o tocer. Es ese momento en el que realmente existimos; lo demás es solo confusión y escusa.
Ya. Ya. Ya. Ya. Ya.
No estoy presionando para que hagan algo, ni para que digan algo; tampoco estoy presionando para que piensen algo ni para que cambien. Son libres.
Solo estoy avisandonos cada cuanto pasa el "ahora".
Ya. Ya. Ya. Ya. Ya.
Eso no está mal. Lo que no es sano es estar viviendo en un mundo que no existe, esperando a que llegue un mañana, o un futuro, que siempre nos lleva la ventaja que le creamos.
El mañana siempre será el mañana, aquel futuro siempre será aquel futuro.
El presente siempre es presente; siempre estamos a la misma distancia de eso que imaginamos crear.
En este momento estamos ausentes. Y si estamos ausentes en el presente, ¿cuándo es que vivimos?, ¿cuándo es que existimos?, ¿existimos?.
Es normal poner la energía para un logro a futuro, es sano hacer esto. Pero esto se debe hacer teniéndose consciencia de que estamos en este presente, de que ese futuro debe tener una conexión con este presente y que no se los puede separar.
No se puede ver el mañana sin el hoy; si vemos el mañana ajeno al hoy estamos teniendo un trastorno de realidad.
Estamos teniendo dos tiempos, hoy y mañana u hoy y el futuro. Y sepan ver que cuando este trastorno sucede, hemos sidos educados para focalizar nuestra energía en el momento "no presente"; ¿y porque hemos sido educados de tal forma?. Sencilla respuesta, por el mero hecho de que el futuro siempre es lindo, siempre está soleado y siempre hay una sonrisa que acompaña al logro, a la conquista.
No creo que nadie se imagine un mañana o un futuro sufriendo o padeciendo, o pobre o dolido, o triste o desdichado. Siempre nos vemos felices, logrando lo propuesto, con muchas energías y ganas.
Es por ello que hoy me recuerdo que el mañana y el futuro son solo escusas para escapar del presente; de este presente que esta compuesto de los eternos e infrasegundos del "ahora". De ese momento que sucede antes de que puedas escribir una letra más, pestañear una vez más reír o tocer. Es ese momento en el que realmente existimos; lo demás es solo confusión y escusa.
Ya. Ya. Ya. Ya. Ya.
No estoy presionando para que hagan algo, ni para que digan algo; tampoco estoy presionando para que piensen algo ni para que cambien. Son libres.
Solo estoy avisandonos cada cuanto pasa el "ahora".
Ya. Ya. Ya. Ya. Ya.
- Por fecha 09/05/2013 -
Matías Hugo Figliola
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