Ir al contenido principal

La señora del balcón

Desde aquel balcón se asoma y mira.
Desde aquel balcón analiza lo que sucede fuera de aquel balcón, y de aquella casa.

Sus miedos e inseguridades le dicen que aquel lugar es seguro; que aquel balcón es el lugar para escrudiñar al afuera, ese lugar tan raro que no comprende pero lo ve como su enemigo.
Parece todo tranquilo allí afuera, pero ella saber que no es así. Que la tranquilidad es una farsa, que es una falsa trampa para que al salir sea atacada por monstruos de todos los estilos y colores.

Mira desde su balcón y cada día mira mas cerca desde el piso de su balcón. Cada día su balcón pasa a ser mas el exterior que su propia casa.
Su miedo le avisa que el exterior, aquel enemigo perverso, esta subiendo y por entrar a su lugar, a aquel balcón.
Su miedo le recomienda que abandone el balcón y cierre el ventanal, que trabe y mire desde su ventana. Aquello es, ahora, la seguridad de su casa. El exterior ha comprendido como trepar, cual planta, por la pared y tocar el interior del balcón.

Ella acepta a su conejero. Así lo ha hecho tantos años atrás y ya no concibe otra posibilidad, otra idea, que la de aceptar la recomendación de su miedo.

El miedo la ha aislado un poco mas. En silencio ríe victorioso. Ha logrado aislar mas su cerebro, ha logrado mantener la manipulación.

En un comienzo el miedo necesito asistencia de otras personas, que tenían miedo, y utilizándolos a su favor consiguió aconsejar una vez. Luego, tan solo fue el continuar con los consejos; pausados y calmos. Buscando confirmaciones, falsas, que denoten seguridad y verdad.

Ella acepto el primer consejo sin darse cuenta de la realidad, solo lo acepto porque muchos otros, aconsejados por sus miedos, le confirmaron que el miedo era su compañero.
Hoy ella no piensa de otra forma, ha quedado atrapada y consumida.

Ha dejado de vivir su vida, para temer a la muerte. Aquel suceso que va a acontecer de todas formas, aunque uno se cuide o se suicide. Es un momento que existe y acontece para todos en la vida.

Ella ya no entiende eso, ella ya esta atrapada en su seguridad; en aquella cárcel que el miedo le dibujo con colores manipuladores y con objetos somníferos para su mente.

Ella esta atrapada en su casa, ya ha perdido hasta su balcón. Ella no lo veo pero ha muerto tantas veces en un mismo día; y tan solo tiene cuarenta años.

Esta es la historia de la señora del balcón; la cual ya no veo salir al balcón desde que el miedo le hizo creer que el exterior había tomado aquel lugar.
Y desde aquí veo la vida que crece y abraza al balcón y acaricia amorosamente al ventanal, sin intención de entrar porque la vida comprende que las elecciones son de cada uno y que no esta en ella, en la vida, forzar nada en nada ni nadie.

La historia de la señora del balcón, del miedo en su interior y de la vida que existe a su derredor, sin que ella pueda verla, por la ceguera que el miedo le instalo en sus ojos y su corazón.

- Por fecha 26/08/2013 - 

Matías Hugo Figliola

Comentarios

Entradas más populares de este blog

FRASES XXXXXVI

Calla mi cabeza y escucho el latir de mi corazón. Siento la inhalación y exhalación. Soy parte de este mundo, de la realidad, y no de las ideas - Cuantas veces he sido prisionero de mis ideas; y yo que pensaba que me estaban dando concejos - Estático como poste, sin poder mover ni un musculo. Aparentando que estoy sano y que sirvo. He olvidado que era naturaleza; como el poste, que antes era árbol - Por fecha 14/09/2014 -  Expectativa Cero

Historia verídica

Tenía pocas monedas y las gasto en vino y comida. Tenía pocas poseciones y lo poco que llevaba era lo que le daba calor y cuidado. Tenía poco tiempo de estar en aquel lugar y solo se sentó y relajo. Pareciera que era el fin de sus momentos o que tan solo vivía abandonado de si mismo. Tenía una sonrisa en su cara y esta brillaba por todo su cuerpo. Tenía un solo cuerpo y este era su templo más divino. Tenía calma en su respirar y esta era el motor con cual el corazón latía y vivía. Parecia que se encontraba en un letargo al cual había llegado por estar ausente de si mismo. Y él pensaba, mientras todos lo miraban. Habito mi vida y elijo que crear con ella. Habito mi propio espacio y por ello no ando corriendo de lugar en lugar. Existo en el aqui y ahora y este es mi mejor lugar y con ello me basta para sentirme en gloria. Inhalaba y exhalaba a cada voluntad de su cuerpo y ello era la mismisima confirmación de su existencia. Y el pensaba, mientras todos corrian ¿Que di...

Mejor es

Queriendo estar seguro, me encierro en mi "casa" y miro la inseguridad, a través de mi "ventana", a todo lo que por fuera pasa. Encerrado dentro de mi "casa" temo por mi seguridad. La inseguridad y la seguridad se unen por opuestos; se unen porque dentro mío está el mismo sentimiento de miedo. Ese modo de ver, pensar y sentir la vida en el que todo es peligroso para mi. Así me encierro y me aíslo; así me pongo agresivo y agravio. Así temo y ataco; así no-vivo y muero. Estar encerrado, cuidándome, es estar estático; sin movimiento. La vida tiene por premisa el cambio y el movimiento. Es por ello que cada vez que me encuentro mirando a través de aquella "ventana", me detengo y corrijo. Veo que estoy eligiendo y donde estoy habitando; si mi vida o mi muerte. Mejor estar andando, haciendo y tomando riesgos que estar aislado, estático y con miedo. Mejor es vivir y no estar muerto en vida. Expectativa Cero