Entre el movimiento de los pies, acelerados de adelante hacia atrás; impulsando el cuerpo para ir hasta quien sabe donde, a un "adonde" que algunos si saben. Impulsando su cuerpo para llegar rápido a ese "no sabe donde", que algunos saben.
Mientras esos movimientos se realizan, las manos se agitan, la respiración se acelera, el sudor comienza a surcar la frente cual travesía entre dunas y malezas. Mientras el movimiento de estos pies continúan, el cuerpo comienza a emanar transpiración por sus poros ya que esta en un modo activo que le avisa que debe asistir al cuerpo.
Y repito, mientras todo esto pasa; el caminar, la respiración acelerada, el mover los brazos como péndulos excitados, el transpirar, el sudar y el agitarse uno pierde la noción de lo que esta haciendo.
Uno desea llegar a ese lugar, que no sabe cual es; quiere llegar a un lugar que cree que le representa, es decir que cree que le hará feliz.
Pero, para llegar a ese lugar debe mortificar a su cuerpo y no esta al tanto de ello. Corre para cualquier lado, sin sentido, sin orientación, sin deseo real. Es por ello que nunca llega, es por ello que se cansa y consecuentemente se resigna.
Allí le permite a su abandono, que tiene muchas otras cargas dentro de si, que dirija su vida y acepta lo que le dicen de afuera ya que ha perdido la habilidad de escucharse.
Entonces corre tras celulares, ropas, modas, looks, estilos, banalidades, alcohol, drogas, sexo, poder, prestigio, control y hasta corre para ser adorado por un otro, que tampoco sabe para donde va pero ya dejo de escucharse y acepta que aquel tipo de andar es el correcto.
He visto este estilo de zombies por muchos lugares del mundo, por muchas clases sociales, por muchas calles y veredas. He visto este estilo de zombie en desconocidos y en conocidos, en cercanos y en allegados.
También he visto la gente que si sabe a donde va, que si sabe lo que desea, que si desea ir realizándose y mejorando su andar y su modo de andar. Este estilo de personas no tiene un destino, este estilo de personas acepta a la vida como el destino.
Este estilo de personas camina sabiendo que este paso, ni el siguiente, es el importante para este momento de la vida de cada uno. No hay otro paso relevante, habrá pasos a futuro y hubo pasos a pasado pero el único momento que uno esta existiendo es aquí y ahora.
Esas personas comprenden que la senda, que el vivir, que el caminar es lo gratificante. Estas personas se las ve claramente, son las que sonríen cuando hay un problema, son las que levantan la cabeza y permiten refrescarse cuando esta diluviando; son las personas que gozan de lo que esta aconteciendo en el aquí y ahora y aceptan que todo es aprendizaje y que el único aprendizaje es vivir la vida despojándose de las ideas idílicas y las necesidades carenciosas.
Y es por ello que siento que hay dos estilos de personas: "los presentes y los ausentes".
Unos viven en el aquí y el ahora, aceptan y sueltan lo más rápido posible para no apegarse a las cosas ya que lo que le pertenecen son las experiencias y no las cosas; estos son los presentes.
Los otros son los que están siempre corriendo a un más allá, corriendo por metas impuestas socialmente como el ser papa, casarse, tener un trabajo importante, ganar mucha plata, ser importante, ser respetado -que es mas tener dominio o control e imponerse a la gente-, entre otras "tareas" que ya están impuestas en la sociedad; estos son los ausentes, los que no viven y que solo tiene su vista a un futuro y se presionan de tal forma que su vida se les escurre y ellos ni cuenta se dan.
Mientras esos movimientos se realizan, las manos se agitan, la respiración se acelera, el sudor comienza a surcar la frente cual travesía entre dunas y malezas. Mientras el movimiento de estos pies continúan, el cuerpo comienza a emanar transpiración por sus poros ya que esta en un modo activo que le avisa que debe asistir al cuerpo.
Y repito, mientras todo esto pasa; el caminar, la respiración acelerada, el mover los brazos como péndulos excitados, el transpirar, el sudar y el agitarse uno pierde la noción de lo que esta haciendo.
Uno desea llegar a ese lugar, que no sabe cual es; quiere llegar a un lugar que cree que le representa, es decir que cree que le hará feliz.
Pero, para llegar a ese lugar debe mortificar a su cuerpo y no esta al tanto de ello. Corre para cualquier lado, sin sentido, sin orientación, sin deseo real. Es por ello que nunca llega, es por ello que se cansa y consecuentemente se resigna.
Allí le permite a su abandono, que tiene muchas otras cargas dentro de si, que dirija su vida y acepta lo que le dicen de afuera ya que ha perdido la habilidad de escucharse.
Entonces corre tras celulares, ropas, modas, looks, estilos, banalidades, alcohol, drogas, sexo, poder, prestigio, control y hasta corre para ser adorado por un otro, que tampoco sabe para donde va pero ya dejo de escucharse y acepta que aquel tipo de andar es el correcto.
He visto este estilo de zombies por muchos lugares del mundo, por muchas clases sociales, por muchas calles y veredas. He visto este estilo de zombie en desconocidos y en conocidos, en cercanos y en allegados.
También he visto la gente que si sabe a donde va, que si sabe lo que desea, que si desea ir realizándose y mejorando su andar y su modo de andar. Este estilo de personas no tiene un destino, este estilo de personas acepta a la vida como el destino.
Este estilo de personas camina sabiendo que este paso, ni el siguiente, es el importante para este momento de la vida de cada uno. No hay otro paso relevante, habrá pasos a futuro y hubo pasos a pasado pero el único momento que uno esta existiendo es aquí y ahora.
Esas personas comprenden que la senda, que el vivir, que el caminar es lo gratificante. Estas personas se las ve claramente, son las que sonríen cuando hay un problema, son las que levantan la cabeza y permiten refrescarse cuando esta diluviando; son las personas que gozan de lo que esta aconteciendo en el aquí y ahora y aceptan que todo es aprendizaje y que el único aprendizaje es vivir la vida despojándose de las ideas idílicas y las necesidades carenciosas.
Y es por ello que siento que hay dos estilos de personas: "los presentes y los ausentes".
Unos viven en el aquí y el ahora, aceptan y sueltan lo más rápido posible para no apegarse a las cosas ya que lo que le pertenecen son las experiencias y no las cosas; estos son los presentes.
Los otros son los que están siempre corriendo a un más allá, corriendo por metas impuestas socialmente como el ser papa, casarse, tener un trabajo importante, ganar mucha plata, ser importante, ser respetado -que es mas tener dominio o control e imponerse a la gente-, entre otras "tareas" que ya están impuestas en la sociedad; estos son los ausentes, los que no viven y que solo tiene su vista a un futuro y se presionan de tal forma que su vida se les escurre y ellos ni cuenta se dan.
- Por fecha 05/10/2013 -
Matías Hugo Figliola
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