Quiso seguir y no pudo. Quiso persistir y persistió, y aún así no pudo.
Creía que mantenerse firme en su idea era lo que lo representaba como ser humano en esta vida. Creía que aquello era la guía, el faro y la senda para su vida.
Creyendo esto había hecho miles de cosas y otras tantas más también.
Un día, una tarde para ser más explícito, las cosas cambiaron de lugar. ¿Las cosas o él?; porque, que es lo que cambia en alguien si no es uno mismo y lo externo se acomoda al cambio interno. Porque es que creemos que el exterior nos hace cambiar?.
Esto me lo pregunto yo, ahora, pero no se lo pregunto él en ese momento.
Llego el cambio, como llegan nuevos vientos del oeste, limpiando las sobras de un viento que había traido hojas y sombras al día.
Así llego el cambio y él tan solo percibió que en sus ideas, una idea en particular, habían cambiado.
"serle fiel, siempre, a lo que se dijo, en un entonces, es una prisión de un presente, que no es aquel entonces ni que soy el de aquel entonces".
Bajo suavemente, posandose dentro de su cabeza como baja una pluma desde el dador, el pájaro, hacia el receptor, la tierra.
Entró y se asento suavemente, y dulcemente. La idea le dió la libertad que tanto no se había permitido tener por la rigidez que había debido mantener por una postura estricta, recta e intransigente.
Las experiencias le cambiaron la vida; o el cambió su modo de aprender y se permitió vivir algo nuevo, algo diverso a como era y como hacia y vivía.
Ya no anda bajo sus palabras. Ahora anda alumbrado por la luz del sol y de su consciencia. Entendiendo que las palabras son utilizadas para comunicarse y que no son prisiones de situaciones futuras.
Hoy es libre; se dio esa libertad. Hoy acepto ver las posibilidades sin las trabas de su orgullo.
Hoy es un ser libre para hacer y crear; ya dejó su etapa de padecer de su vida, de su prisión.
El cambio llego, o él llego al cambio. Nuevo punto de partida.
Nuevos aires, nuevos horizontes de posibilidades se pueden sentir con el olfato libre.
Creía que mantenerse firme en su idea era lo que lo representaba como ser humano en esta vida. Creía que aquello era la guía, el faro y la senda para su vida.
Creyendo esto había hecho miles de cosas y otras tantas más también.
Un día, una tarde para ser más explícito, las cosas cambiaron de lugar. ¿Las cosas o él?; porque, que es lo que cambia en alguien si no es uno mismo y lo externo se acomoda al cambio interno. Porque es que creemos que el exterior nos hace cambiar?.
Esto me lo pregunto yo, ahora, pero no se lo pregunto él en ese momento.
Llego el cambio, como llegan nuevos vientos del oeste, limpiando las sobras de un viento que había traido hojas y sombras al día.
Así llego el cambio y él tan solo percibió que en sus ideas, una idea en particular, habían cambiado.
"serle fiel, siempre, a lo que se dijo, en un entonces, es una prisión de un presente, que no es aquel entonces ni que soy el de aquel entonces".
Bajo suavemente, posandose dentro de su cabeza como baja una pluma desde el dador, el pájaro, hacia el receptor, la tierra.
Entró y se asento suavemente, y dulcemente. La idea le dió la libertad que tanto no se había permitido tener por la rigidez que había debido mantener por una postura estricta, recta e intransigente.
Las experiencias le cambiaron la vida; o el cambió su modo de aprender y se permitió vivir algo nuevo, algo diverso a como era y como hacia y vivía.
Ya no anda bajo sus palabras. Ahora anda alumbrado por la luz del sol y de su consciencia. Entendiendo que las palabras son utilizadas para comunicarse y que no son prisiones de situaciones futuras.
Hoy es libre; se dio esa libertad. Hoy acepto ver las posibilidades sin las trabas de su orgullo.
Hoy es un ser libre para hacer y crear; ya dejó su etapa de padecer de su vida, de su prisión.
El cambio llego, o él llego al cambio. Nuevo punto de partida.
Nuevos aires, nuevos horizontes de posibilidades se pueden sentir con el olfato libre.
- Por fecha 26/11/2013 -
Matías Hugo Figliola
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