Aquí debería escribir sobre el haber regresado de un viaje. Aquí debería de escribir sobre las experiencias y vivencias que acontecieron y experimente en el viaje.
Debería es algo que esta entre una obligación y una duda. Yo aquí no voy a escribir sobre los "debería", estos pertenecen a las obligaciones morales y al mundo de las ideas.
Aquí voy a escribir sobre un re-encuentro con esta experiencia, con este presente, con este hacer de aquí que no es el mismo que viví los últimos dos meses y tanto.
El viaje nunca comenzó, como tampoco terminó.
El viaje, el real viaje comenzó hace tiempo; esta experiencia es una nueva experiencia, en un nuevo país, en un nuevo continente.
Y el haber vuelto es en verdad continuar viajando, es continuar con las experiencias, sucesos y aprendizajes.
No existe un inicio ni un fin en un ciclo eterno; no existe ningún parámetro real, tan solo en la imaginación.
Una cosa es realidad; otra es ilusión. Entre despiertos y dormidos. Vivir o dormir -morir-.
Estar aquí o flotar en el allá, tanto pasado como futuro.
El regreso es tan solo continuar. El regreso es un nuevo comenzar. El regreso es tan solo una ilusión que nos hace volver a la ilusión. Todo este concepto de regreso hace que activemos un interruptor en nuestra cabeza para que dejemos de estar en "estado viaje" y pasemos a "estado rutina".
Este interruptor es el sedante para mantenernos adormecidos, en un vivir y un hacer sin sentido; sin valor ni pasión.
Sobre las experiencias de lo que he vivido, hablaré y contaré. Compartiré y multiplicaré los sentimientos, las vivencias y aprendizajes .
Mi interruptor no puede cambiar. Soy yo mi propio dador y creador.
Elijo mi propio destino. Elijo el vivir y el morir. Elijo elegirme en donde y cuando lo desee; y si me elijo no hay opción para que otro viva mi vida, el miedo ya no puede controlarme.
Aquí me encuentro. En este presente, que es mi morada eterna. Es mi único lugar en el que existo. Desde este lugar, yo y aquí-ahora, es desde donde puedo crear y existir.
El regreso, un ciclo infinito de comienzos y finales de experiencias que se encuentran entrelazados por millones de sucesos a cada respiración, a cada inhalación y exhalación que tantas veces no tenemos en cuenta.
-Namaste-
Debería es algo que esta entre una obligación y una duda. Yo aquí no voy a escribir sobre los "debería", estos pertenecen a las obligaciones morales y al mundo de las ideas.
Aquí voy a escribir sobre un re-encuentro con esta experiencia, con este presente, con este hacer de aquí que no es el mismo que viví los últimos dos meses y tanto.
El viaje nunca comenzó, como tampoco terminó.
El viaje, el real viaje comenzó hace tiempo; esta experiencia es una nueva experiencia, en un nuevo país, en un nuevo continente.
Y el haber vuelto es en verdad continuar viajando, es continuar con las experiencias, sucesos y aprendizajes.
No existe un inicio ni un fin en un ciclo eterno; no existe ningún parámetro real, tan solo en la imaginación.
Una cosa es realidad; otra es ilusión. Entre despiertos y dormidos. Vivir o dormir -morir-.
Estar aquí o flotar en el allá, tanto pasado como futuro.
El regreso es tan solo continuar. El regreso es un nuevo comenzar. El regreso es tan solo una ilusión que nos hace volver a la ilusión. Todo este concepto de regreso hace que activemos un interruptor en nuestra cabeza para que dejemos de estar en "estado viaje" y pasemos a "estado rutina".
Este interruptor es el sedante para mantenernos adormecidos, en un vivir y un hacer sin sentido; sin valor ni pasión.
Sobre las experiencias de lo que he vivido, hablaré y contaré. Compartiré y multiplicaré los sentimientos, las vivencias y aprendizajes .
Mi interruptor no puede cambiar. Soy yo mi propio dador y creador.
Elijo mi propio destino. Elijo el vivir y el morir. Elijo elegirme en donde y cuando lo desee; y si me elijo no hay opción para que otro viva mi vida, el miedo ya no puede controlarme.
Aquí me encuentro. En este presente, que es mi morada eterna. Es mi único lugar en el que existo. Desde este lugar, yo y aquí-ahora, es desde donde puedo crear y existir.
El regreso, un ciclo infinito de comienzos y finales de experiencias que se encuentran entrelazados por millones de sucesos a cada respiración, a cada inhalación y exhalación que tantas veces no tenemos en cuenta.
-Namaste-
- Por fecha 20/12/2013 -
Matías Hugo Figliola
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