Ir al contenido principal

Hasta ese entonces

A la cuenta de diez, lo hago. Eso dijo y luego comenzó a contar, en forma descendente, hasta llegar al momento de accionar.
De a uno iba bajando los números, y con ellos el miedo aumentaba. Este estaba manipulándolo cuidadosamente y estaba logrando su cometido.
El ritmo de los números empezó a ser mas lento; empezaba a bromear y mirar hacia diversos lados, entre número y número.
Estaba llegando a los últimos tres cuando ahora la adrenalina comenzó a segregarse por su torrente sanguíneo. Y con ella los nervios y dudas; se comenzó a decir que podía hacerlo más tarde, o cuando el quisiese.

Las escusas se plagaron por toda su mente. El miedo seguía su trabajo minucioso de infectar cuidadosamente para no dejar rastros y para poder incriminar a la misma persona.
El miedo estaba dejando semillas de culpabilidad, de desmoralización y de disminución de confianza y propia valía.

El y el miedo, sin que el supiera que el miedo estaba haciendo todo lo pertinente, no para que tenga cuidado al hacer sino para que no haga y para que asimile esta idea y la repita tantas veces como tenga ganas de hacer algo.

El miedo logró su cometido. La cuenta nunca llegó a su fin; se detuvo en el número uno y con este decir el hombre no hizo.
Hizo el no hacer, es decir que se quedo estático. Su propia cabeza, su propia mente le repitió una y otra vez que era mejor no hacerlo ahora, que era mejor en otro momento, que no era para él y tantas otras cosas más.

Lo que el hombre nunca supo es que no fue su propia mente, su propia idea ni su propia voluntad. Sino que fue el trabajo de una maquina, de un aniquilador de libertad; de un supresor de vida.
El miedo fue quien asesinó al hombre y este nunca lo supo, ni lo sabrá -hasta que despierte a esta idea, que sería hacer-. El miedo dejó meticulosamente las cosas de tal forma para que el hombre se reconozca culpable y acepte su propia inferioridad; que no es capaz de lograrlo y que si llegaste a lograrlo de seguro le saldría mal.

Dejó las migajas como Hansel y Gretel. Dejó secuelas como toda lastimadura mal cuidada y curada. Dejó las marcas dentro del hombre y estabas marcas son como moretones en el autoestima, los cuales no se disuelven.

El hombre encontrará su libertad al momento de hacer, al momento de elegir; el hombre será libre al momento de liberarse de sus propias trabas y limitaciones.

Hasta ese entonces, esta historia permanecerá inconclusa y nunca sabremos que era lo que iba a hacer el hombre; ni el potencial que tenía para realizarlo.
Hasta ese entonces, el cual depende del hombre mismo. Poder revelar la verdad, poder liberarse de trabas y ataduras ficticias. 

Estoy seguro que el hombre podrá ver las migajas y verá en ellas las manipulaciones del miedo; podrá ver, el aquel momento, que las cosas no fueron como el creyó.

Hasta ese entonces...

- Por fecha 24/12/213 - 

Matías Hugo Figliola

Comentarios

Entradas más populares de este blog

FRASES XXXXXVI

Calla mi cabeza y escucho el latir de mi corazón. Siento la inhalación y exhalación. Soy parte de este mundo, de la realidad, y no de las ideas - Cuantas veces he sido prisionero de mis ideas; y yo que pensaba que me estaban dando concejos - Estático como poste, sin poder mover ni un musculo. Aparentando que estoy sano y que sirvo. He olvidado que era naturaleza; como el poste, que antes era árbol - Por fecha 14/09/2014 -  Expectativa Cero

Historia verídica

Tenía pocas monedas y las gasto en vino y comida. Tenía pocas poseciones y lo poco que llevaba era lo que le daba calor y cuidado. Tenía poco tiempo de estar en aquel lugar y solo se sentó y relajo. Pareciera que era el fin de sus momentos o que tan solo vivía abandonado de si mismo. Tenía una sonrisa en su cara y esta brillaba por todo su cuerpo. Tenía un solo cuerpo y este era su templo más divino. Tenía calma en su respirar y esta era el motor con cual el corazón latía y vivía. Parecia que se encontraba en un letargo al cual había llegado por estar ausente de si mismo. Y él pensaba, mientras todos lo miraban. Habito mi vida y elijo que crear con ella. Habito mi propio espacio y por ello no ando corriendo de lugar en lugar. Existo en el aqui y ahora y este es mi mejor lugar y con ello me basta para sentirme en gloria. Inhalaba y exhalaba a cada voluntad de su cuerpo y ello era la mismisima confirmación de su existencia. Y el pensaba, mientras todos corrian ¿Que di...

Mejor es

Queriendo estar seguro, me encierro en mi "casa" y miro la inseguridad, a través de mi "ventana", a todo lo que por fuera pasa. Encerrado dentro de mi "casa" temo por mi seguridad. La inseguridad y la seguridad se unen por opuestos; se unen porque dentro mío está el mismo sentimiento de miedo. Ese modo de ver, pensar y sentir la vida en el que todo es peligroso para mi. Así me encierro y me aíslo; así me pongo agresivo y agravio. Así temo y ataco; así no-vivo y muero. Estar encerrado, cuidándome, es estar estático; sin movimiento. La vida tiene por premisa el cambio y el movimiento. Es por ello que cada vez que me encuentro mirando a través de aquella "ventana", me detengo y corrijo. Veo que estoy eligiendo y donde estoy habitando; si mi vida o mi muerte. Mejor estar andando, haciendo y tomando riesgos que estar aislado, estático y con miedo. Mejor es vivir y no estar muerto en vida. Expectativa Cero