Sonríe como si fuese tu último momento.
Sonríe como si fuese tu hijo o hija quien te viera.
Sonríe declarando tu amor y felicidad.
Sonríe y en ella multiplica la sonrisa en todos los que te miren.
Sonríe ya que esta en ti la elección de vivir o sufrir.
Sonríe porque aunque duelan los golpes, más bello es el aprendizaje.
Sonríe para recordarte que sigues teniendo fuerzas para continuar.
Sonríe porque tu madre y padre te han sonreído al mismísimo momento de nacer.
Sonríe porque el sol es bello dador de energía.
Sonríe porque una noche sin luna permite aumentar las percepciones.
Sonríe porque una lluvia que esta mojándote por completo esta dándote su dulzura.
Sonríe al ver a la luna llena y saber todo lo que esta genera en la tierra, y en ti.
Sonríe al ver a un perro, bello animal fiel al ser humano.
Sonríe al ver a un gato, bello animal autónomo en su hacer.
Sonríe al ver un pájaro, viendo como extiende sus alas y pareciera flotar.
Sonríe al ver a aquel árbol que no parece mucho pero que ha vivido miles de experiencias y que es dador de vida en cada una de sus ramas.
Sonríe al escuchar el sonido de un lobo aullando.
Sonríe al escuchar el sonido de una ballena.
Sonríe al sentir el viento en tus brazos y cara.
Sonríe al sentir tus pies pisando la tierra, que mientras gira nosotros giramos en ella.
Aquí he dicho varias ideas por las que sonreír y habrán muchísimas más.
Acepto que también hay mucas para no sonreír, acepto que hay muchas que no generan esa voluntad de levantar la cabeza y seguir andando y viviendo. He conocido varias, no todas.
Respecto a esto puedo decir que elijo sonreír. Es bella la vida y las experiencias que en ella nos toquen transitar.
Sonríe por el solo hecho de que lo mereces.
Sonríe porque estas contigo y no te abandonas.
Sonríe porque, aunque no lo sepas te amas inmensamente.
Sonríe y multiplica la sonrisa, para que esta gire entre todos y sea la nueva cara de esta humanidad.
Sonríe como si fuese tu hijo o hija quien te viera.
Sonríe declarando tu amor y felicidad.
Sonríe y en ella multiplica la sonrisa en todos los que te miren.
Sonríe ya que esta en ti la elección de vivir o sufrir.
Sonríe porque aunque duelan los golpes, más bello es el aprendizaje.
Sonríe para recordarte que sigues teniendo fuerzas para continuar.
Sonríe porque tu madre y padre te han sonreído al mismísimo momento de nacer.
Sonríe porque el sol es bello dador de energía.
Sonríe porque una noche sin luna permite aumentar las percepciones.
Sonríe porque una lluvia que esta mojándote por completo esta dándote su dulzura.
Sonríe al ver a la luna llena y saber todo lo que esta genera en la tierra, y en ti.
Sonríe al ver a un perro, bello animal fiel al ser humano.
Sonríe al ver a un gato, bello animal autónomo en su hacer.
Sonríe al ver un pájaro, viendo como extiende sus alas y pareciera flotar.
Sonríe al ver a aquel árbol que no parece mucho pero que ha vivido miles de experiencias y que es dador de vida en cada una de sus ramas.
Sonríe al escuchar el sonido de un lobo aullando.
Sonríe al escuchar el sonido de una ballena.
Sonríe al sentir el viento en tus brazos y cara.
Sonríe al sentir tus pies pisando la tierra, que mientras gira nosotros giramos en ella.
Aquí he dicho varias ideas por las que sonreír y habrán muchísimas más.
Acepto que también hay mucas para no sonreír, acepto que hay muchas que no generan esa voluntad de levantar la cabeza y seguir andando y viviendo. He conocido varias, no todas.
Respecto a esto puedo decir que elijo sonreír. Es bella la vida y las experiencias que en ella nos toquen transitar.
Sonríe por el solo hecho de que lo mereces.
Sonríe porque estas contigo y no te abandonas.
Sonríe porque, aunque no lo sepas te amas inmensamente.
Sonríe y multiplica la sonrisa, para que esta gire entre todos y sea la nueva cara de esta humanidad.
- Por fecha 18/02/2014 -
Matías Hugo Figliola
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