Muerdo tu cuello para ver si sangra. Muerdo tu cuello para ver si sientes.
Muerdo tu cuello para ver si eres real. Muerdo tu cuello para ver si estas viva.
Grito frente a tu cara para ver tu reacción. Grito frente a tu cara para ver si, al menos, te asustas.
Pongo en tus manos una braza, para ver si reaccionas al calor. Pongo en tus manos un témpano, para ver si reaccionas al frío.
Te pinto los brazos con tempera magenta, para ver si puedes verte. Te pinto las piernas con acrilico dorado, para ver si comprendes el tamaño de tu cuerpo.
Te dibujo flores en los pies, para ver si entiendes tu vínculo con la tierra. Te dibujo pequeñas nubes en los dedos, para ver si entiende tu vínculo con el cielo.
Tus ojos sin pestañear me hacen dudar si estas despierta, o tan solo ausente. Tus labios sin moverse, sin siquiera generar una mueca, me hacen dudar si hay algo dentro tuyo, o tan solo eres un maniquí de carne y hueso.
Perforo tus orejas, para ver si así puedes escuchar mejor. Te corto el pelo, para ver si es ello lo que te afecta.
Te visto y desvisto. Te pongo polleras, mayas, jeans y zapatillas. Te pongo remeras, colores, formas, colgantes y religiones. Luego te quito todo y te dejo desnuda; como has venido aquí, o como yo creo que has venido ya que todavía eres incierta para mi.
Eres alguien que parece viva y aun así dudo que lo estés. Frente a ti, si es que existe algo frente a ti, me encuentro yo. Desgarrándome la ropa, pintándome el cuerpo; mordiéndome y viéndome salir la sangre. Tocando fuego y frío, sintiendo el dolor de los extremos.
Frente a ti existo yo que te muestro que es real la realidad, que la vida es vivible y que todo esta sucediendo aunque te mantengas al margen de todo.
Liberado de todo. Liberado de todas las pautas, trabas, dudas, inseguridades y tantas cosas más. Aprendiendo a escuchar al miedo, a entender para que es que realmente esta en mi.
Aprendiendo a escuchar al amor, a entender para que realmente esta en mi.
Doy un paso, me acerco a ti. No hay espacio entre tu y yo. Yo moviéndome y vivo, tu estática y fría -no sabría si viva o no-.
Beso tus labios, no para confirmar sino para sentir; de eso se trata la vida, de sentir y así lo hago. Por este beso puedo saber todo lo que callas y que todo lo sientes.
Por este beso puedo sumergirme dentro de tus ojos, los cuales no pestañean, ni sueltan una lágrima, y dentro de ellos puedo ver a aquella persona que esta dentro de este maniquí de carne y hueso.
Pongo sobre tu mano una flor, pequeña y turquesa. Sobre la otra apoyo tu corazón, el cual he sacado de ti, y tu ni lo has sentido.
Y tan solo me giro y me voy... es que no puedo hacer una vida con un maniquí de carne y hueso; no puedo contra ello, no puedo con ello. Puedo conmigo y por ello lo que hago, para no transformarme en otro maniquí.
Por ello elijo vivir; sentir, decir, expresar, comunicar, hablar, dar, sangrar, sonreír, llorar, cantar, gritar, saltar; ver bajo mis pies, sobre mi cabeza, frente a mi y mi derredor.
Por ello elijo estar vivo y entre vida y vida, que se podría decir entre elección y elección voy sintiéndome y sabiéndome.
Carne y hueso tan solo no soy.
Muerdo tu cuello para ver si eres real. Muerdo tu cuello para ver si estas viva.
Grito frente a tu cara para ver tu reacción. Grito frente a tu cara para ver si, al menos, te asustas.
Pongo en tus manos una braza, para ver si reaccionas al calor. Pongo en tus manos un témpano, para ver si reaccionas al frío.
Te pinto los brazos con tempera magenta, para ver si puedes verte. Te pinto las piernas con acrilico dorado, para ver si comprendes el tamaño de tu cuerpo.
Te dibujo flores en los pies, para ver si entiendes tu vínculo con la tierra. Te dibujo pequeñas nubes en los dedos, para ver si entiende tu vínculo con el cielo.
Tus ojos sin pestañear me hacen dudar si estas despierta, o tan solo ausente. Tus labios sin moverse, sin siquiera generar una mueca, me hacen dudar si hay algo dentro tuyo, o tan solo eres un maniquí de carne y hueso.
Perforo tus orejas, para ver si así puedes escuchar mejor. Te corto el pelo, para ver si es ello lo que te afecta.
Te visto y desvisto. Te pongo polleras, mayas, jeans y zapatillas. Te pongo remeras, colores, formas, colgantes y religiones. Luego te quito todo y te dejo desnuda; como has venido aquí, o como yo creo que has venido ya que todavía eres incierta para mi.
Eres alguien que parece viva y aun así dudo que lo estés. Frente a ti, si es que existe algo frente a ti, me encuentro yo. Desgarrándome la ropa, pintándome el cuerpo; mordiéndome y viéndome salir la sangre. Tocando fuego y frío, sintiendo el dolor de los extremos.
Frente a ti existo yo que te muestro que es real la realidad, que la vida es vivible y que todo esta sucediendo aunque te mantengas al margen de todo.
Liberado de todo. Liberado de todas las pautas, trabas, dudas, inseguridades y tantas cosas más. Aprendiendo a escuchar al miedo, a entender para que es que realmente esta en mi.
Aprendiendo a escuchar al amor, a entender para que realmente esta en mi.
Doy un paso, me acerco a ti. No hay espacio entre tu y yo. Yo moviéndome y vivo, tu estática y fría -no sabría si viva o no-.
Beso tus labios, no para confirmar sino para sentir; de eso se trata la vida, de sentir y así lo hago. Por este beso puedo saber todo lo que callas y que todo lo sientes.
Por este beso puedo sumergirme dentro de tus ojos, los cuales no pestañean, ni sueltan una lágrima, y dentro de ellos puedo ver a aquella persona que esta dentro de este maniquí de carne y hueso.
Pongo sobre tu mano una flor, pequeña y turquesa. Sobre la otra apoyo tu corazón, el cual he sacado de ti, y tu ni lo has sentido.
Y tan solo me giro y me voy... es que no puedo hacer una vida con un maniquí de carne y hueso; no puedo contra ello, no puedo con ello. Puedo conmigo y por ello lo que hago, para no transformarme en otro maniquí.
Por ello elijo vivir; sentir, decir, expresar, comunicar, hablar, dar, sangrar, sonreír, llorar, cantar, gritar, saltar; ver bajo mis pies, sobre mi cabeza, frente a mi y mi derredor.
Por ello elijo estar vivo y entre vida y vida, que se podría decir entre elección y elección voy sintiéndome y sabiéndome.
Carne y hueso tan solo no soy.
- Por fecha 31/03/2014 -
Matías Hugo Figliola
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