Entre las incomodidades de un mar revuelto, de un día nublado; entre el mal estar de ese ruido ensordecedor me encuentro yo.
Ese mar son mis emociones y deseos, ese día nublado son mis impotencias de tomar decisiones positivas.
Siento como me carcome la quietud,siento como todo esta tornándose ocaso antes de que el día culmine; aun así sigo de pie. Determinado a comprender el rumbo, el sonido, el ritmo de mi vida. Aun así continuo andando, mas lento y mas lento, pero continuo aun y continuare; porque es mi deseo lograr mi cometido y porque es mi decisión y elección hacerlo.
He decidido no resignarme y esta decisión ya fue tomada, no hay discusión ante ello. Ahora esta aconteciendo lo que suele acontecer en la vida, los cambios. Estos momentos de transición que uno no sabe de que lado pararse porque todavía no llego el nuevo ni se fue el viejo. Uno queda entre un lado y el otro, con su cuerpo tenso, su mente agotada y su miedo pisándole fuerte la cabeza.
Hoy me encuentro así, hoy esta sucediendo la transición y aunque sonría y mis ganas broten como flores en primavera, mi resistencia, alimentada por mi miedo y por los mandatos de otros que vivieron antes que yo, me da una gran batalla.
Batalla que se que ganare, no hay otra posibilidad; porque no elijo morir ante ella. Si muero es en mis manos y prefiero morir haciendo que sentado y padeciendo. Prefiero morir con una sonrisa y no seguro ni cómodo.
La zona de confort nunca ha sido mi lugar ni lo será. No me gusta, ni me siento cómodo. No es una zona, mas bien es un agujero. No es de confort, mas bien es de abandono y negación a uno mismo.
Hoy transito momentos difíciles, momentos que luego determinaran quien soy, con mejor exactitud. Hoy siento dolores y penares, los cuales pueden hacerme sentir pero no detenerme; pueden hacerme aminorar mi marcha pero no pueden abandonarme.
Hoy transito momentos de cambio, como todos los días; como toda la gente.
Ese mar son mis emociones y deseos, ese día nublado son mis impotencias de tomar decisiones positivas.
Siento como me carcome la quietud,siento como todo esta tornándose ocaso antes de que el día culmine; aun así sigo de pie. Determinado a comprender el rumbo, el sonido, el ritmo de mi vida. Aun así continuo andando, mas lento y mas lento, pero continuo aun y continuare; porque es mi deseo lograr mi cometido y porque es mi decisión y elección hacerlo.
He decidido no resignarme y esta decisión ya fue tomada, no hay discusión ante ello. Ahora esta aconteciendo lo que suele acontecer en la vida, los cambios. Estos momentos de transición que uno no sabe de que lado pararse porque todavía no llego el nuevo ni se fue el viejo. Uno queda entre un lado y el otro, con su cuerpo tenso, su mente agotada y su miedo pisándole fuerte la cabeza.
Hoy me encuentro así, hoy esta sucediendo la transición y aunque sonría y mis ganas broten como flores en primavera, mi resistencia, alimentada por mi miedo y por los mandatos de otros que vivieron antes que yo, me da una gran batalla.
Batalla que se que ganare, no hay otra posibilidad; porque no elijo morir ante ella. Si muero es en mis manos y prefiero morir haciendo que sentado y padeciendo. Prefiero morir con una sonrisa y no seguro ni cómodo.
La zona de confort nunca ha sido mi lugar ni lo será. No me gusta, ni me siento cómodo. No es una zona, mas bien es un agujero. No es de confort, mas bien es de abandono y negación a uno mismo.
Hoy transito momentos difíciles, momentos que luego determinaran quien soy, con mejor exactitud. Hoy siento dolores y penares, los cuales pueden hacerme sentir pero no detenerme; pueden hacerme aminorar mi marcha pero no pueden abandonarme.
Hoy transito momentos de cambio, como todos los días; como toda la gente.
- Por fecha 25/04/2014 -
Matías Hugo Figliola
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