"Tengo el tiempo que elijo tener, para hacer las cosas que elijo hacer." Esta es una frase que la tengo en mi mente y que a veces es desplazada por el vacio de mi desconcierto y por el bullicio de mi inseguridad y desconfianza en mi mismo.
Es en esos momentos en los que me encuentro redefiniendome como ser humano, con sus valores, creencias, modos y deseos. Aquí, en esta estrecha brecha de decisión o abandono, yo me deteno y analizo. Desde este lugar puedo ver el valle de desolación y de verde vida; dos balles lindantes y separados tan solo por lo más grande que existe en la vida, la decisión.
Me he encontrado a mi mismo, a cada yo que ha ido conformando quien llegaré a ser; ya que no concibo que yo este "terminado" de evolucionar en esta vida todavía. Soy joven, con deseos de mejorar y con la voluntad de desarrollarme en mi vocación y en mi vida -que estan estrechamente ligadas a mi-.
Esta frase no me la ha dicho nadie, ni la he tomado prestada sin autoría aunque cabe la gran posibilidad de que hayamos dos, o más de dos, que pensemos igual y no nos conozcamos todavía.
Esta frase es una muy buena brújula para recalcular mi andar, para reformular mi hacer; es una dulce bengala que se enciende dentro mio, con su mayor poder y energía, para mostrarme la posibilidad que habita en mi. La posibilidad de realizarme como ser humano en todos los aspectos que yo desee realizarme.
Y es por ello que hoy la escribo, para multiplicar esta antorcha de luz y despertar; ya que en la oscuridad solo los negados o los que están en paz pueden dormir, unos plácidamente y otros tan solo esperando a la oscuridad para que los salve.
Y como comienzo este escribir, que es tan solo un seguir de algo para ir a un algo, un devenir de sucesos, así es como termino este escrito.
"Tengo el tiempo que elijo tener, para hacer las cosas que elijo hacer"... y la pregunta que retumba en mi, con el pusltar de mi corazón marcando el ritmo, es
"Este es mi momento de elección, ¿que vida deseo vivir?"
Es en esos momentos en los que me encuentro redefiniendome como ser humano, con sus valores, creencias, modos y deseos. Aquí, en esta estrecha brecha de decisión o abandono, yo me deteno y analizo. Desde este lugar puedo ver el valle de desolación y de verde vida; dos balles lindantes y separados tan solo por lo más grande que existe en la vida, la decisión.
Me he encontrado a mi mismo, a cada yo que ha ido conformando quien llegaré a ser; ya que no concibo que yo este "terminado" de evolucionar en esta vida todavía. Soy joven, con deseos de mejorar y con la voluntad de desarrollarme en mi vocación y en mi vida -que estan estrechamente ligadas a mi-.
Esta frase no me la ha dicho nadie, ni la he tomado prestada sin autoría aunque cabe la gran posibilidad de que hayamos dos, o más de dos, que pensemos igual y no nos conozcamos todavía.
Esta frase es una muy buena brújula para recalcular mi andar, para reformular mi hacer; es una dulce bengala que se enciende dentro mio, con su mayor poder y energía, para mostrarme la posibilidad que habita en mi. La posibilidad de realizarme como ser humano en todos los aspectos que yo desee realizarme.
Y es por ello que hoy la escribo, para multiplicar esta antorcha de luz y despertar; ya que en la oscuridad solo los negados o los que están en paz pueden dormir, unos plácidamente y otros tan solo esperando a la oscuridad para que los salve.
Y como comienzo este escribir, que es tan solo un seguir de algo para ir a un algo, un devenir de sucesos, así es como termino este escrito.
"Tengo el tiempo que elijo tener, para hacer las cosas que elijo hacer"... y la pregunta que retumba en mi, con el pusltar de mi corazón marcando el ritmo, es
"Este es mi momento de elección, ¿que vida deseo vivir?"
- Por fecha 02/05(2014 -
Matías Hugo Figliola
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