Partir y continuar; seguir y avanzar. Estar dispuesta a lo que devendrá, es lo que te deseo desde mi lugar.
Has partido y yo te veo ir, te veo ir aun cuando todavía no te has ido; ya te siento distante de esta realidad, y más cerca de la tuya propia.
Me despido sin palabras ya que estas sobran cuando lo que se siente es puro. Me despido con unos escasos gestos; una sonrisa, una sutil mirada de comprensión y con un movimiento suave de mi cabeza como diciéndote "ve, ve que la vida te llama".
Tu me miras y no comprendes como estoy sonriendo, o si lo comprendes pero preferirías que grite, haga gestos y que lágrimas firmen mi puro amor hacia ti.
No te digo adiós; ya que un adiós es despedirme de ti y tu sigues en mi, ya que no puede desvincularse de mi la imagen que yo tengo tuya dentro mio. Tampoco digo hasta luego, ya que nunca se sabe que un luego vendrá o no.
El silencio es la herramienta justa para comunicarnos de hermano a hermana, de ser humano a ser humano. El silencio es el lazo real de todo lo que siento y sientes; es el vinculo sagrado que tenemos y que no será polucionado por letras tras letras, frases tras frases.
Irás y serás. Todo cambiará, como tantas veces ha cambiado. Todo será diverso, todo es diverso a cada instante.
Tu te vas. Yo me quedo.
Tu sigues tu camino. Y Yo sigo el mio.
No podrá separarse el vínculo, ni ríos, ni llanuras; ni lagos ni montañas. Ni un continente ni un planeta. Ni la vida ni la muerte misma deshará lo que es real.
Sin agitar mis brazos, sin llorar mis lágrimas me despido.
Con una sonrisa amorosa, con plenitud en mi expresión te hago una reverencia.
Y todo cambió ya.
Tu ya no estas; ¿o soy yo el que no esta?.
Las distancias nos han separado; ¿o es acaso una fantasía, algo irreal?.
Todo ha dejado de ser como era; y yo me pregunto ¿que hay de malo con ello?.
Una despedida sin despidos. Una partida sin partirse.
Un irse sin alejarse. Un fin sin final.
Un nuevo comienzo de una nueva experiencia de la vida; tan solo ello. Y yo que pensé tantas cosas y es algo tan sencillo.
Que tu viaje ilumine tu camino; en la misma proporción en que tu ilumines tu camino dentro tuyo.
Que la luz del amor y de la libertad sean tu faro en esta vida, en cada ciclo de tu vida.
Has partido y yo te veo ir, te veo ir aun cuando todavía no te has ido; ya te siento distante de esta realidad, y más cerca de la tuya propia.
Me despido sin palabras ya que estas sobran cuando lo que se siente es puro. Me despido con unos escasos gestos; una sonrisa, una sutil mirada de comprensión y con un movimiento suave de mi cabeza como diciéndote "ve, ve que la vida te llama".
Tu me miras y no comprendes como estoy sonriendo, o si lo comprendes pero preferirías que grite, haga gestos y que lágrimas firmen mi puro amor hacia ti.
No te digo adiós; ya que un adiós es despedirme de ti y tu sigues en mi, ya que no puede desvincularse de mi la imagen que yo tengo tuya dentro mio. Tampoco digo hasta luego, ya que nunca se sabe que un luego vendrá o no.
El silencio es la herramienta justa para comunicarnos de hermano a hermana, de ser humano a ser humano. El silencio es el lazo real de todo lo que siento y sientes; es el vinculo sagrado que tenemos y que no será polucionado por letras tras letras, frases tras frases.
Irás y serás. Todo cambiará, como tantas veces ha cambiado. Todo será diverso, todo es diverso a cada instante.
Tu te vas. Yo me quedo.
Tu sigues tu camino. Y Yo sigo el mio.
No podrá separarse el vínculo, ni ríos, ni llanuras; ni lagos ni montañas. Ni un continente ni un planeta. Ni la vida ni la muerte misma deshará lo que es real.
Sin agitar mis brazos, sin llorar mis lágrimas me despido.
Con una sonrisa amorosa, con plenitud en mi expresión te hago una reverencia.
Y todo cambió ya.
Tu ya no estas; ¿o soy yo el que no esta?.
Las distancias nos han separado; ¿o es acaso una fantasía, algo irreal?.
Todo ha dejado de ser como era; y yo me pregunto ¿que hay de malo con ello?.
Una despedida sin despidos. Una partida sin partirse.
Un irse sin alejarse. Un fin sin final.
Un nuevo comienzo de una nueva experiencia de la vida; tan solo ello. Y yo que pensé tantas cosas y es algo tan sencillo.
Que tu viaje ilumine tu camino; en la misma proporción en que tu ilumines tu camino dentro tuyo.
Que la luz del amor y de la libertad sean tu faro en esta vida, en cada ciclo de tu vida.
- Por fecha 28/05/2014 -
Matías Hugo Figliola
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