Uno es el número; dos es la división del número maestro. Infinito es la realidad.
Una tierra; ciento noventa y cuatro países. El todo.
La corrupción de la realidad es la dualidad, es la ilusión.
La corrupción de la libertad es la esclavitud.
Por uno que grita, gritan tantos más.
Por uno que ama, ama el todo en el todo con lo que él se vincula.
Una flor, cientas de mariposas.
Un río, cientos de animales y vegetales.
La propiedad privada nos ha privado.
La posesión nos esta poseyendo.
El poder se apoderó de nosotros.
El ego dirige algo; es que ha olvidado que tan solo es parte de la orquesta universal.
El control nos controla; y quienes controlan al control, son controlados por otro tipo de control.
La religión junta partidarios; los partidos políticos también. Palabra peligrosa cuando se la usa sin saber.
Y siempre sale el sol; y siempre la flor florece.
Y siempre el río lleva agua; y por el se nutre la naturaleza en todo su abanico (dentro de ella están los humanos también).
Y siempre se ve a un hombre feliz, sonriendo y caminando con liviandad; y por este loco feliz, hay cientos de locos que se acuerdan que son felices Que solo algo los esta perturbando de su estado de placer.
Y siempre está la buena acción del día; y debería de hacerse hasta en los actos más sencillos y pequeños. Porque, que locura sería guardar algo para el mejor momento, si es que el mejor momento es el presente.
Y siempre esta aquel que dice algo raro; el que señala de forma diversa o señala hacia otro lugar.
Y siempre sale la luna también; para hacernos recordar que no hay dualidad, tan solo un ciclo de transmutación de momentos.
Y si digo siempre es la eternidad; y que es la eternidad más que este mismísimo segundo y nada más. Al fin y al cabo, que importa saber de donde venimos o hacia donde vamos, si es que no sabemos a donde estamos.
Y todo esto es un ciclo de cordura e incordura. De normales y de anormales. De días y de noches. De risas y de lágrimas. De pérdidas y de encuentros.
Y para que ponerse a dividir las cosas, si las cosas no están divididas en si mismas. Para que perder el tiempo y desgastarnos en ese esfuerzo de dualizar todo, si en verdad el todo es indivisible ya que es todo en si mismo.
En la eterna rueda; en la vida eterna. En el ciclo; en el desapego.
En vivir la vida por este presente, que es tan solo "YA".
Señalando hacia adelante o atrás, tan solo pierdo de foco quien es el que señala.
¿y que dirías si te dijera que tal vez ya no eres tu el que señala?; ¿y que dirías si te dijera que tal vez hay alguien más señalando "en tu nombre" y ya ni eres el que señala?.
Prueba señalarte; si te reconoces el dedo eres tu.
Si ese dedo que te señala eres tu; ese que señala eres tu.
Y si tu vives tu vida, que es AQUI y AHORA para que mirar lo que paso o lo que vendrá. Ya no puedes modificar el pasado, como tampoco puedes determinar el futuro.
El universo no funciona así; el universo no escucha al ego, el ego es parte de la sinfónica, que nadie dirige y que todos acompañan.
- Por fecha 11/07/2014 -
Expectativa Cero
Comentarios