Porque todo día es un nuevo comienzo.
Porque todo minuto es un nuevo comienzo.
Porque todo encuentro es un nuevo comienzo.
Porque todo instante es un nuevo comienzo.
Porque tenemos el don de elegir.
Porque tenemos el poder para elegir.
Porque somos seres divinos.
Porque estamos conscientes de que estamos viviendo una vida.
Porque tenemos la habilidad de razonar.
Porque tenemos la destreza de poder escuchar a nuestra alma, que habla a través de nuestro corazón.
Porque tenemos la facultad de poder vincularnos amorosamente con todos y todo.
Porque existe en nosotros el discernimiento sobre lo que es bueno y malo, y de lo que hacemos en bien y en mal.
Porque no somos solamente humanos.
Porque no somos solamente seres.
Porque somos la proporción exacta de ambos dos participando en la experiencia llamada vida.
Porque somos el amor que prevalece, aun ante las circunstancias dolorosas y difíciles.
Es que a veces nos olvidamos quienes somos y jugamos a pretender ser.
Es que a veces nos ignoramos a nosotros mismos y escuchamos a quien nos dice quienes somos.
Es que a veces hacemos desde el ego, el control, el poder y el reconocimiento y nos olvidamos que el ego es una parte nuestra, y no el todo, que el control, el poder y el reconocimiento son representaciones de la carencia que reside dentro nuestro.
Es que a veces le hacemos caso al cerebro y las reacciones repetidas y no nos percatamos que cuando reaccionamos no estamos accionando, y que cuando son repetidas simbolizan el estancamiento de la posibilidad de cambio, y que tantas veces el cerebro habla por estructuras y negación, y olvidamos que el corazón es el justo guía que armoniza nuestra vida.
Todo esto y tan poco en realidad. Todo esto y tanto más por agregar. Todo esto y la nada misma, envuelta en el todo.
Por nuevo comienzo. Por una nueva vida. Por un nuevo modo de elección.
Por el despertar en mi propia vida
Porque todo minuto es un nuevo comienzo.
Porque todo encuentro es un nuevo comienzo.
Porque todo instante es un nuevo comienzo.
Porque tenemos el don de elegir.
Porque tenemos el poder para elegir.
Porque somos seres divinos.
Porque estamos conscientes de que estamos viviendo una vida.
Porque tenemos la habilidad de razonar.
Porque tenemos la destreza de poder escuchar a nuestra alma, que habla a través de nuestro corazón.
Porque tenemos la facultad de poder vincularnos amorosamente con todos y todo.
Porque existe en nosotros el discernimiento sobre lo que es bueno y malo, y de lo que hacemos en bien y en mal.
Porque no somos solamente humanos.
Porque no somos solamente seres.
Porque somos la proporción exacta de ambos dos participando en la experiencia llamada vida.
Porque somos el amor que prevalece, aun ante las circunstancias dolorosas y difíciles.
Es que a veces nos olvidamos quienes somos y jugamos a pretender ser.
Es que a veces nos ignoramos a nosotros mismos y escuchamos a quien nos dice quienes somos.
Es que a veces hacemos desde el ego, el control, el poder y el reconocimiento y nos olvidamos que el ego es una parte nuestra, y no el todo, que el control, el poder y el reconocimiento son representaciones de la carencia que reside dentro nuestro.
Es que a veces le hacemos caso al cerebro y las reacciones repetidas y no nos percatamos que cuando reaccionamos no estamos accionando, y que cuando son repetidas simbolizan el estancamiento de la posibilidad de cambio, y que tantas veces el cerebro habla por estructuras y negación, y olvidamos que el corazón es el justo guía que armoniza nuestra vida.
Todo esto y tan poco en realidad. Todo esto y tanto más por agregar. Todo esto y la nada misma, envuelta en el todo.
Por nuevo comienzo. Por una nueva vida. Por un nuevo modo de elección.
Por el despertar en mi propia vida
- Por fecha 26/07/2014 -
Expectativa Cero
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