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Sobre el apego

Y si contuviéramos el aliento por un tiempo prolongado, sentiríamos la necesidad de sacarlo. Y si contuviéramos los pulmones sin oxígeno por el tiempo que aguantemos, sentiríamos, también, la necesidad de inhalar.

Tanto lo más importante como lo menos, tanto lo más preciado como lo menos, tanto mucho como poco, tanto estar lleno como vacío, tanto oxígeno como la falta de él nos muestra que los extremos son un péndulo de necesidades y carencias.

Tanto tener para creer tenernos. Tantas cosas para poder respaldar quienes somos, quienes queremos ser y que queremos hacer.
Tanta posesión para poder poseernos, que ya no se distingue que somos o quienes somos.

En un momento donde el celular compite con las caras; en un momento en el que la ropa tapa quienes somos estamos perdiendo la vista de lo que vale por si mismo, y la focalizamos sobre lo que nosotros le ponemos valor.

Porque mucho poseer y poco poseer es lo mismo. Porque poseer termina siendo posesivo, y nos termina poseyendo sin nosotros darnos cuenta.

El justo medio es el apego, no el desapego. El desapego en si mismo es soltar todo y soltar todo no es posible, porque el todo y la nada son lo mismo; es decir, si suelto todo estoy soltando nada en realidad.
El apego es a uno, a los valores que en uno residen. El apego es en relación a el amor, al sentir, al propio valorarse.

Pudiendo ver la montaña más alta y pudiendo verla tan lejos, más lejos del horizonte, tan solo camino con una sonrisa y sintiendo amor. La meta no es meta en si misma, es parte del viaje y de la experiencia.

Para poder vivir mi vida es primordial estar en contacto conmigo, estar en mi. Sanar mi falta de fe en mi mismo, mi falta de confianza en mi mismo.
Sabiendo todo lo que he realizado, que lo minimizo a cada paso y es cruel ese hacer, debo recordarme capaz de vivir mi vida.

Para vivir mi vida debo apegarme a mi, a mis valores, a mi amor, a la realidad. A ser consciente de que todo es experiencia, y que la carga se la pongo yo basándome en mis miedos e inseguridades.

Soltar no es elevarme. Entablar el vínculo real conmigo mismo es entablar el vinculo con la totalidad y esto tampoco es elevarme.
No importa el elevarse. Importa desde que lugar. Importa ser consciente de la vida, de la muerte nos encargaremos cuando moramos.

- Por fecha 17/08/2014 - 

Expectativa Cero

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