Me han contado que los sueños han dejado de ser sueños. Que los sueños antes eran para realizarse; que eran utilizados como motores, como generadores de voluntad y deseo.
Me han contado que los sueños han quedado dormidos y que nosotros nos encontramos dormidos con ellos.
Me han enseñado a despertar, a despertar de ese letargo que se llama sueño; a ese estadio de inexistencia real, más allá de un momento imaginario en mi cabeza.
Me han despertado varias veces, tantas como ha sido necesario, y aún hoy en día me siguen despertando.
Quien duerme en su sueño, duerme. Quien duerme en su vida, esta viviendo en un limbo; un limbo que ni siquiera es suyo.
Quien esta lúcido en su sueño, elije como soñarlo. Quien esta lúcido en su vida, elije como vivir; y en ese vivir está el despertar.
Que las cosas no te hagan correr. Que la carencia no guíe tus pasos. Que la necesidad no decida que es lo que vale.
Que en ti se escuche tu voz. Que en tu palabra se escuche la voz de la creación. Que en esta voz, que también es tuya, decretes tu nueva vida.
Las posesiones existen para ser poseídas. La gente existe para compartir. La gente no es posesión, la gente no existe para ser poseída.
Que no te posea nadie, por ningún medio. Que lo que digan y te recomienden, sutileza de la orden, no te lleve ciegamente a elegir.
Existe tu en ti vida. Despierta tu en ti vida. Vive tu en tu vida.
Tu vida, ese único momento en el que existes; luego no se sabe que sucederá.
Tu vida, ese transcurso de un solo presente, que nosotros dividimos entre pasado y futuro; y en aquella división no vivimos este mismísimo momento.
Luego no se sabe que devendrá, como tampoco se sabe de donde venimos. Dudas insuficientes para basarnos en ello.
Vive. Que tu vida es única. Vive. Que tu presente existe realmente.
Vive, tu, que estas dormido; despierta.
Vive, yo, que estas dormido; despierta.
Me han contado que los sueños han quedado dormidos y que nosotros nos encontramos dormidos con ellos.
Me han enseñado a despertar, a despertar de ese letargo que se llama sueño; a ese estadio de inexistencia real, más allá de un momento imaginario en mi cabeza.
Me han despertado varias veces, tantas como ha sido necesario, y aún hoy en día me siguen despertando.
Quien duerme en su sueño, duerme. Quien duerme en su vida, esta viviendo en un limbo; un limbo que ni siquiera es suyo.
Quien esta lúcido en su sueño, elije como soñarlo. Quien esta lúcido en su vida, elije como vivir; y en ese vivir está el despertar.
Que las cosas no te hagan correr. Que la carencia no guíe tus pasos. Que la necesidad no decida que es lo que vale.
Que en ti se escuche tu voz. Que en tu palabra se escuche la voz de la creación. Que en esta voz, que también es tuya, decretes tu nueva vida.
Las posesiones existen para ser poseídas. La gente existe para compartir. La gente no es posesión, la gente no existe para ser poseída.
Que no te posea nadie, por ningún medio. Que lo que digan y te recomienden, sutileza de la orden, no te lleve ciegamente a elegir.
Existe tu en ti vida. Despierta tu en ti vida. Vive tu en tu vida.
Tu vida, ese único momento en el que existes; luego no se sabe que sucederá.
Tu vida, ese transcurso de un solo presente, que nosotros dividimos entre pasado y futuro; y en aquella división no vivimos este mismísimo momento.
Luego no se sabe que devendrá, como tampoco se sabe de donde venimos. Dudas insuficientes para basarnos en ello.
Vive. Que tu vida es única. Vive. Que tu presente existe realmente.
Vive, tu, que estas dormido; despierta.
Vive, yo, que estas dormido; despierta.
- Por fecha 18/10/2014 -
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