Luchamos por hacer que lo que pensamos sea lo real. Resistimos en aceptar la realidad y por ello nos disociamos de nosotros mismos.
Queremos que las cosas sean como queremos, queremos desde la cabeza, desde el ego.
Estamos perdidos en un laberinto que tan solo es un cuarto sin puertas ni ventanas; y aún así seguimos dando vueltas en cada esquina hasta chocar con la otra.
Estamos atrapados dentro de nosotros mismos; ensimismados y negados.
Estamos aislados de todo y todos, y estamos así porque así lo disponemos nosotros mismos.
No deseamos ser así, pero la fuerza de la voluntad ha sido acallada con muchas restricciones y limitaciones; con muchos juicios y necesidades.
No deseamos ser así, pero el costo de reconocerlo es tan caro que nos aterra ver la realidad.
Estamos en un ciclo que no hemos empezado a girar nosotros, y que por inercia, física y mental, seguimos andando y girando.
He visto muchos seres humanos en muchos sucesos que han negado la realidad, con tal de aferrarse a una ilusión, una mentira, una necesidad, una carencia, una necesidad. Y he visto tantas veces a un otro, como tantas me he visto a mi mismo como reflejo.
Tener coraje de cambiar; de morir si es necesario.
Porque, de que sirve vivir si padecemos la vida?, no sería honesto el morir a algo que no vivimos?.
Y si en ese suceso tener coraje y cambiar, no morimos; bienvenido el cambio. Bienvenida la vida.
Bien-venida la posibilidad de salir de esa jaula irreal, de esos miedos inexistentes, de esos patrones inservibles.
Bien-venida la instancia al volar, al sentir, al vivir, al ver y existir.
Bien-venida la vida y con ella mi vida; y con ella, yo. Realmente yo.
Queremos que las cosas sean como queremos, queremos desde la cabeza, desde el ego.
Estamos perdidos en un laberinto que tan solo es un cuarto sin puertas ni ventanas; y aún así seguimos dando vueltas en cada esquina hasta chocar con la otra.
Estamos atrapados dentro de nosotros mismos; ensimismados y negados.
Estamos aislados de todo y todos, y estamos así porque así lo disponemos nosotros mismos.
No deseamos ser así, pero la fuerza de la voluntad ha sido acallada con muchas restricciones y limitaciones; con muchos juicios y necesidades.
No deseamos ser así, pero el costo de reconocerlo es tan caro que nos aterra ver la realidad.
Estamos en un ciclo que no hemos empezado a girar nosotros, y que por inercia, física y mental, seguimos andando y girando.
He visto muchos seres humanos en muchos sucesos que han negado la realidad, con tal de aferrarse a una ilusión, una mentira, una necesidad, una carencia, una necesidad. Y he visto tantas veces a un otro, como tantas me he visto a mi mismo como reflejo.
Tener coraje de cambiar; de morir si es necesario.
Porque, de que sirve vivir si padecemos la vida?, no sería honesto el morir a algo que no vivimos?.
Y si en ese suceso tener coraje y cambiar, no morimos; bienvenido el cambio. Bienvenida la vida.
Bien-venida la posibilidad de salir de esa jaula irreal, de esos miedos inexistentes, de esos patrones inservibles.
Bien-venida la instancia al volar, al sentir, al vivir, al ver y existir.
Bien-venida la vida y con ella mi vida; y con ella, yo. Realmente yo.
- Por fecha 23/12/2014 -
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