Camino bajo la lluvia, en este día gris opaco; en este día carente de calor en si mismo.
Paseo por las calles de esta ciudad tan grande; una ciudad que parece más grande, aún, los días como hoy.
Las formas de las cosas, pierden su forma tras la niebla que se engulle a los edificios y árboles.
El sonido pasa a ser algo apagado y sin retorno; toma el sonido de lo que suena bajo el agua.
El día no despierta en mi ningún color, ninguna forma, ningún sonido.
El día no despierta en mi el deseo de estar vivo.
Es que el día no debe despertar en mi; pedido psicótico.
Yo despierto, al darme cuenta que me siento muerto; que me siento sin forma, sin color ni sonido.
Despierto y sonrío; despierto y siento; despierto y vivo.
Y, aunque el día este lluvioso, gris, opaco, sin visión y quita gana yo me levanto y pinto mis ojos para darle color a las cosas; baño a la lluvia con arco iris y a los edificios los redimensiono y los hago parte de esas nubes.
El sonido pasa a despertar mis sentidos, y mis dedos acarician el piso mojado sintiendo la lluvia de antaño reposando en él.
Camino, como flotando, entre nubes y ausencia, estando presente.
Y este presente, que es la vida, que es el aquí y el ahora, es el mejor regalo que me puedo ofrecer.
Floto despierto, vivo, sintiendo; foto y recuerdo ... recuerdo y sonrío en acierto.
- Por fecha 04/01/2015 -
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