Cuando elijo la inseguridad, ella reina en mi vida.
Cuando le doy el poder a mi desconfianza, la desconfianza reina en mi vida.
Cuando la duda se apodera de mi cabeza, es ella la que reina en mi vida.
Cuando la ira grita dentro -y fuera mío- es esta quien reina en mi vida.
Cuando el miedo me aconseja por donde andar, es él quien reina en mi vida.
Cuando yo le doy el poder a cualquier cosa, es ella o el quien reina en mi vida.
Mientras lo que reina en mi vida no me representa por quien soy realmente; yo existo ausente en mi vida, es decir que no existo en mi vida.
Mientras esto existe, decide, hace y vive por mi; yo vivo muerto en mi vida.
Cuando quien reina es alguien externo a mi; yo soy su esclavo.
Es por ello que propongo, desde el lugar del juego, vivir nuestra propia vida.
Y esto se realiza tan solo con tomar la decisión de quien es el rey o la reina en nuestra vida.
Cuando uno se elije a uno mismo como guía en nuestra vida, uno reina la vida.
Cuando uno toma la decisión de habitar el coraje, el amor, el valor, el respecto; es cuando uno reina en su propia vida.
Es tan solo saberse rey y reina. Es tan solo saber que esta responsabilidad nos llega de lleno, quien nos posiciona a nosotros mismos como propios habitantes de nuestra propia vida.
Por ello propongo que haya más reyes y reinas, pero de propias vidas. Que compartan y multipliquen reinados de amor, paz y libertad.
Para vivir una vida plena, honesta y de evolución, propongo ser reyes y reinas de su propia existencia.
Jueguen, como lo hemos hecho de niño; cuando en esos tiempos todo era bello y todo era posible.
Démonos la posibilidad de jugar a ser reyes y reinas y gobernemos, con amor, paz y libertad, nuestra propia vida.
Cuando le doy el poder a mi desconfianza, la desconfianza reina en mi vida.
Cuando la duda se apodera de mi cabeza, es ella la que reina en mi vida.
Cuando la ira grita dentro -y fuera mío- es esta quien reina en mi vida.
Cuando el miedo me aconseja por donde andar, es él quien reina en mi vida.
Cuando yo le doy el poder a cualquier cosa, es ella o el quien reina en mi vida.
Mientras lo que reina en mi vida no me representa por quien soy realmente; yo existo ausente en mi vida, es decir que no existo en mi vida.
Mientras esto existe, decide, hace y vive por mi; yo vivo muerto en mi vida.
Cuando quien reina es alguien externo a mi; yo soy su esclavo.
Es por ello que propongo, desde el lugar del juego, vivir nuestra propia vida.
Y esto se realiza tan solo con tomar la decisión de quien es el rey o la reina en nuestra vida.
Cuando uno se elije a uno mismo como guía en nuestra vida, uno reina la vida.
Cuando uno toma la decisión de habitar el coraje, el amor, el valor, el respecto; es cuando uno reina en su propia vida.
Es tan solo saberse rey y reina. Es tan solo saber que esta responsabilidad nos llega de lleno, quien nos posiciona a nosotros mismos como propios habitantes de nuestra propia vida.
Por ello propongo que haya más reyes y reinas, pero de propias vidas. Que compartan y multipliquen reinados de amor, paz y libertad.
Para vivir una vida plena, honesta y de evolución, propongo ser reyes y reinas de su propia existencia.
Jueguen, como lo hemos hecho de niño; cuando en esos tiempos todo era bello y todo era posible.
Démonos la posibilidad de jugar a ser reyes y reinas y gobernemos, con amor, paz y libertad, nuestra propia vida.
- Por fecha 30(01/2015 -
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