Lloro al recordar a la persona que ya no está a mi lado; y por cada lágrima esbozo una sonrisa.
Mis lágrimas son de tristeza y de dolor. Mis sonrisas son de amor y gratitud.
Esta persona ya no está a mi lado, ya no está en mi vida. Esta persona ha fallecido y yo debo de aceptarlo; y realizar el debido duelo.
Es mi responsabilidad saber transitar esta etapa de dolor, con amor.
Ella ya no está y en su ataúd está el cuerpo que ella uso; pero se en mi interior que ese cuerpo no es ella.
De a poco irá decantando el todo dolor hasta llegar a ser todo amor.
Las lágrimas mojan mis ojos, mejillas y comisuras de mi boca; y nutren a mi sonrisa; tal como la comida agridulce.
La pérdida no es mía, ya que tengo en mi toda la experiencia con ella vivida. Tengo en mi todo este sentir de placer, amor y muchísimos recuerdos que me vinculan con ella -que me vinculan dentro mío con ella-.
Y de a poco iré comprendiendo que ella solo morirá cuando yo la olvide; cuando deje de estar presente en mi corazón y en mi sentir.
Y al momento en que sepa esto, la recordaré a ella y a todos los demás -a los conocidos y a los que no- para recordar mis vínculos, mis valores y que el amor está por sobre todas las cosas.
Así, hoy lloro por su partida. Y lloró porque se va a extrañar en cuerpo.
Así, hoy, también, sonrío a cada recuerdo. Y sonrío porque tengo, en mi su recuerdo eterno vibrante.
Que mejor manera de ser inmortal que esta; recordar a todos vibrando amor en el proceso.
Mis lágrimas son de tristeza y de dolor. Mis sonrisas son de amor y gratitud.
Esta persona ya no está a mi lado, ya no está en mi vida. Esta persona ha fallecido y yo debo de aceptarlo; y realizar el debido duelo.
Es mi responsabilidad saber transitar esta etapa de dolor, con amor.
Ella ya no está y en su ataúd está el cuerpo que ella uso; pero se en mi interior que ese cuerpo no es ella.
De a poco irá decantando el todo dolor hasta llegar a ser todo amor.
Las lágrimas mojan mis ojos, mejillas y comisuras de mi boca; y nutren a mi sonrisa; tal como la comida agridulce.
La pérdida no es mía, ya que tengo en mi toda la experiencia con ella vivida. Tengo en mi todo este sentir de placer, amor y muchísimos recuerdos que me vinculan con ella -que me vinculan dentro mío con ella-.
Y de a poco iré comprendiendo que ella solo morirá cuando yo la olvide; cuando deje de estar presente en mi corazón y en mi sentir.
Y al momento en que sepa esto, la recordaré a ella y a todos los demás -a los conocidos y a los que no- para recordar mis vínculos, mis valores y que el amor está por sobre todas las cosas.
Así, hoy lloro por su partida. Y lloró porque se va a extrañar en cuerpo.
Así, hoy, también, sonrío a cada recuerdo. Y sonrío porque tengo, en mi su recuerdo eterno vibrante.
Que mejor manera de ser inmortal que esta; recordar a todos vibrando amor en el proceso.
- Por fecha 11/03/2015 -
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