Ir al contenido principal

La frase que me dijo

"El sol salió tanto para mis ojos como para los tuyos; tan solo yo abro mis ojos, mientras tu cierras tus ojos y los fuerzas por no ver."
Me dijo esto esto con la sonrisa de quien está en paz, aquella sonrisa que no es ni forzada ni que muestra todos los dientes. Es aquella sonrisa que denota que la paz proviene de su corazón.
Yo lo escuche, queriendo comprender lo que me decía; es decir, quería poder aprehender la información que me estaba dando.
Estaba ciego, y eso si lo sentía, pero no podía ver lo que el me mostraba.
Sus palabras se repetían en mi mente, como un eco que nunca se acaba. "mientras tu cierras tus ojos y los fuerzas por no ver."...
Se repetían sin sentido dentro de mi cabeza y quería comprender como era posible que tuviese cerrado mis ojos y que, peor aún, lo hiciese con toda mi fuerza.
Sus palabras me atraparon y me senté en aquella roca, en aquella colina. Y me dispuse a mirar lo que había por ver, y comencé viendo a los niños y sus madres, a los perros y a los arboles; al camino y a la gente transitándolo.
Mientras más miraba, mas sentía que mis ojos seguían cerrados.
Este hacer se transformo en un ritual para mi; cada día tomó la seriedad de abrir mis ojos y ver.
El se sentó junto a mi, con sutileza y gracia. Me dijo "cuanta más fuerza hagas por ver, es cuanto más lo resistes. Permítete observar la vida."
Entre mis debates y momentos de lucidez fui pudiendo ver la diferencia que el me planteaba.
Ver y mirar no es lo mismo.
De a poco pude ir sintiendo esto, de a poco pude ir comprendiendo la diferencia. No tiene que ver con la palabra en si; tiene que ver desde el lugar en que yo esté observando.
Una mañana este hombre pasó y me dijo en voz baja "veo que ya tus ojos están viendo la luz; veo que estas pudiendo observar todo lo que el universo te da".

Hoy en día no recuerdo quien era esta persona. Como que nunca la podía ver, aunque si escuchar.
Su voz era muy cerca y con un tono muy conocido... hasta podría decir que era yo quien me estaba asistiendo para aprender a observar la vida.

- Por fecha 23/02/2015 - 

Expectativa Cero


Comentarios

Entradas más populares de este blog

FRASES XXXXXVI

Calla mi cabeza y escucho el latir de mi corazón. Siento la inhalación y exhalación. Soy parte de este mundo, de la realidad, y no de las ideas - Cuantas veces he sido prisionero de mis ideas; y yo que pensaba que me estaban dando concejos - Estático como poste, sin poder mover ni un musculo. Aparentando que estoy sano y que sirvo. He olvidado que era naturaleza; como el poste, que antes era árbol - Por fecha 14/09/2014 -  Expectativa Cero

Historia verídica

Tenía pocas monedas y las gasto en vino y comida. Tenía pocas poseciones y lo poco que llevaba era lo que le daba calor y cuidado. Tenía poco tiempo de estar en aquel lugar y solo se sentó y relajo. Pareciera que era el fin de sus momentos o que tan solo vivía abandonado de si mismo. Tenía una sonrisa en su cara y esta brillaba por todo su cuerpo. Tenía un solo cuerpo y este era su templo más divino. Tenía calma en su respirar y esta era el motor con cual el corazón latía y vivía. Parecia que se encontraba en un letargo al cual había llegado por estar ausente de si mismo. Y él pensaba, mientras todos lo miraban. Habito mi vida y elijo que crear con ella. Habito mi propio espacio y por ello no ando corriendo de lugar en lugar. Existo en el aqui y ahora y este es mi mejor lugar y con ello me basta para sentirme en gloria. Inhalaba y exhalaba a cada voluntad de su cuerpo y ello era la mismisima confirmación de su existencia. Y el pensaba, mientras todos corrian ¿Que di...

Mejor es

Queriendo estar seguro, me encierro en mi "casa" y miro la inseguridad, a través de mi "ventana", a todo lo que por fuera pasa. Encerrado dentro de mi "casa" temo por mi seguridad. La inseguridad y la seguridad se unen por opuestos; se unen porque dentro mío está el mismo sentimiento de miedo. Ese modo de ver, pensar y sentir la vida en el que todo es peligroso para mi. Así me encierro y me aíslo; así me pongo agresivo y agravio. Así temo y ataco; así no-vivo y muero. Estar encerrado, cuidándome, es estar estático; sin movimiento. La vida tiene por premisa el cambio y el movimiento. Es por ello que cada vez que me encuentro mirando a través de aquella "ventana", me detengo y corrijo. Veo que estoy eligiendo y donde estoy habitando; si mi vida o mi muerte. Mejor estar andando, haciendo y tomando riesgos que estar aislado, estático y con miedo. Mejor es vivir y no estar muerto en vida. Expectativa Cero